Deseo Peligroso

7. Miradas Sospechosas

Dedicado a: JairiPuello
GabrielaGarcia239756 y TessaLopez2 Espero les guste ❤️

Grace Sullivan:

¿Qué si trabajar para el señor Torres era cansado? Sí, lo era. Y mucho. ¿Qué si era estresante? Por supuesto que sí, más con ese mal genio que se cargaba la mayor parte del día. Era como si ser arrogante, demandante y exigente ya fuera parte del noventa por ciento de su ADN. Lo cual solo me hacía quererlo estrangular la mayor parte de las veces.

Claro que eso era antes de recordar el motivo por el cual estaba aquí. 

Así que, al escuchar por décima vez mi nombre, solté un suspiro antes de recordarme que debía ser paciente. Que debía mantener la calma para que él no me despidiera, porque aunque ya llevaba cinco días laborando para él, incluido hoy sábado, eso no significaba que estuviera a salvo. Si no más bien estaba en un tiempo de prueba, por lo que debía esforzarme para poder quedarme aquí mucho más tiempo que cualquiera de sus antiguas asistentes. 

Con eso en la cabeza, y recordándome internamente que debía ser paciente y eficaz, entré a su oficina. Hallando que él estaba terminando de ordenar algunos documentos antes de verme rápidamente de reojo. 

Una vez que estuve frente a él suspiró, viéndome antes de hablar:

—¿Ya terminó de hacer lo que le pedí? —cuestionó. 

A lo que sonreí. 

—Sí, señor —afirmé. Por lo que él sonrió de lado antes de asentir con la cabeza y ponerse de pie, tomando el saco que estaba colgado en el respaldo de su silla. 

—Entonces tome sus cosas y venga conmigo, tenemos un lugar al cual ir —dicho eso, tomó su maletín de cuero color café y luego su móvil, el cual estaba en su escritorio y, dándome una mirada de solayo, entendí que era hora de ir por mis cosas. 

Una vez que tuve mis cosas en mano, lo seguí. Viendo como él antes le decía a Marga que se encargará de unos papeles que estaban en una gaveta de su escritorio. Y aunque eso podría haber sido una tarea normal y corriente, al ver como le daba una llave que, suponía sería de la gaveta, entendí que ahí guardaba archivos importantes. Por lo que mi siguiente objetivo era conseguir esas llaves a como diera lugar. 

Al estar en la primera planta del edificio, muchas miradas se enfocaron en nosotros. O mejor dicho, en él. La mayoría por parte de mujeres que creían que mi jefe era atractivo. 

Y bien podía ser por ese poco atractivo que se cargaba encima, o más bien por las grandes cantidades de números que debía tener en sus cuentas bancarias. 

Solté una pequeña risa ante eso y al siguiente segundo noté como él me miraba por sobre su hombro, alzando una ceja a modo de preguntar el motivo de mi risa. Así que me quedé sería para darle a entender que no era nada. 

Lo cual entendió porque al siguiente segundo de eso se volteó y se colocó sus lentes de sol, ya que afuera hacia buen tiempo. 

Varios hombres vestidos de negro estaban en fila a ambos lados de la salida del edificio y una camioneta del mismo color estaba estacionada frente a la entrada. Por lo que supuse que, salir con él, implicaba acostumbrarse a todo esto. Aunque solo fueras su asiente, debías acostumbrarte para no sentirte tan intimidada como me sentía yo en estos momentos. 

Porque, ¿Enserio necesitaba tanta seguridad? Posiblemente sí, si recordamos que existía la posibilidad de que ese Señor Lim estuviera detrás de él. Lo único que desconocía era por qué razón lo estaba.