Wonder

xlii. i'm here, now i'm always here

❝ estamos pegados con súper pegamento,
¿lo olvidas? ❞

Nuevamente bebió del vaso rojo en sus manos, mientras sonreía firmemente al divisar una cara conocida entre toda la gente y se habría paso para llegar hasta su lugar. Inmediatamente Cassie bajó de su asiento, caminando de igual manera hasta el hombre que fácilmente podría ser su padre, y se apresuró a abrazarlo del cuello firmemente.

—¡James!

El castaño le sonrió igualmente aún abrazándola por sus hombros, ambos felices de encontrarse con una amistad tan repentina como en un vuelo de Londres a Outer Banks.

—Dios, estoy feliz de verte, pero ¿qué haces aquí?

—¿Tú qué haces aquí?

—Soy el tío de los muchachos de esta fiesta. Soy James Cross. —acomodó un mechón de cabello largo que caía por su frente, ondulado—. ¿Y tú?

—Amiga de Apolo.

—Eres tú de la que siempre hablaba, la chica que lo salvó en sus momentos más oscuros.

—Soy buena, que puedo decir. —ladeó la cabeza mientras arrugaba su nariz—. ¿Cómo te fue con Javadd?

—Es una sorpresa que te comunicaría por el celular. —su sonrisa se intensificó aún más al recordar a su moreno adorado—. Nos casamos en abril del próximo año.

—Me estás molestando.

—Sí.

—¡Estoy muy feliz por ustedes! —se acercó a abrazarlo por segunda vez en la noche, emocionada—. Ya quiero conocer al chico que te trae de la palma de su mano.

—Él también te quiere conocer, aunque las personas no sean su cosa favorita. Serás mi invitada de honor en la boda. Y también puedes invitar al chico del que me hablaste, ¿cómo te fue con él?

Ahora en sus labios había una mueca. —Siento que estamos avanzando, solo que sabes cómo es...

—Se solucionará.

—Una relación como la de ustedes no me vendría mal.

—Puedes tener tu propia relación perfecta, pero no esperes que siempre sea así porque en la vida nada suele estar yendo bien todo el tiempo deseado.

Lo miró relativamente callada.

—Sabiduría hay en ti.

—Por supuesto.

૮

—Dios. Mierda.

—Si, no te preocupes. —le ofreció su mano aunque acabará de echarle la bebida encima—. Parece que ofrecerte un cigarrillo captó tu atención en mí.

—Por supuesto que lo hizo.

—Alaska siempre dice que soy muy interesante por eso las personas chocan contra mí.

—¿Tu novia?

—Lo es. Muy linda.

Desvió la mirada hacia la escaleras, imaginándose un sinfín de cosas que podrían estar pasando a tan solo unos metros.

—Debo irme. Una vez más, gracias por el cigarro.

Él apretó sus labios, —Sabes donde encontrarme.

Con el vaso vacío en sus manos y los pies doliéndole por caminar de aquí y allá, se encaminó tranquilamente hasta la habitación al final del pasillo. Claramente habían algunos chicos haciendo cosas que se hacían en las fiestas que prefirió no ver.