Wonder

xviii. new in outer banks

❝ bailando bajo la luz
de la luna. ❞

Unos minutos después de que el pecoso le llamara la atención a su hermana por rescatar a cada animal indefenso que encuentra en la calle, estaban dirigiéndose al restaurante del la familia Carrera. No es que John B estuviera en desacuerdo con la amabilidad de su hermana y su corazón que vive por los animales, es solo que no podía adoptarlos a todos.

Lamentablemente.

—¿Me estás entendiendo?

Cassie apoyó la cabeza en el asiento con un suspiro frustrado. —Entiendo, bird.

—Sé que quieres hacer algo bueno por ellos, pero aunque sea llévalos al refugio. No es fácil mantenerlos a todos. Ya tienes a Zeus, ¿no es suficiente?

—Zeus es un gato, también quería un perro.

Lo miró con una inclinación de cabeza, acomodando su cabello con ayuda de su mano.

—Solo, no traigas a más seres como el de atrás, ya es suficiente lidiar con él.

—¡Oye!

—Ni siquiera te había nombrado, amigo, tú mismo te delataste.

JJ resopló claramente disgustado con esa conversación. —Oh, cierra la boca.

—Kie, ¿estás segura que tu padre nos dejara comer gratis?

—Lo estoy.

૮

—Por supuesto que no.

—¿Por qué no? —Kiara se cruzó de brazos, su ceño fruncido, mostrando confusión y molestia a la vez—. Son mis amigos.

—Míralos a ellos. —Cassie estaba detrás de todo eso escuchándolos desde el baño, con una mueca de decepción en sus labios—. Son como pelicanos hambrientos. —Los tres estaban con la mirada perdida, sin duda, ellos solos no sobrevivirían—. Te dije que te alejaras de ellos.

—Bueno, todos los kooks de la academia me odian, papá.

—Porque no les diste una oportunidad.

—Sí les di una oportunidad. —Relamió sus labios mientras algunos pensamientos recorrían en su pequeña cabeza—. Me rechazaron, les importa más los zapatos que el surf. ¿Qué debería hacer? —Giró hacia ellos con una sonrisa pequeña—. Ellos son mis amigos. Mi familia.

Un quejido salió de la boca de su padre, rascándose levemente la comisura de sus labios.

—Bueno de todas formas iba a tirar todo. Pueden comérselo.

Kiara sonrió y abrazó al mayor con fuerza, —Gracias papá.

—De nada, solo no hagan mucho desastre.

La morena camino hasta los baños, tomando la muñeca de su amiga y atrayéndola con una sonrisa. —Sabes cómo es él, pero lo bueno es que tenemos comida gratis.

—No seré feliz comiéndola.

—Hay papitas fritas.