Capítulo 03| Pequeñas, pero lindas cosas

6.1K 272 86
                                    

Sus rizos caen sobre el timón al estacionarse en la entrada de la cabaña

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus rizos caen sobre el timón al estacionarse en la entrada de la cabaña. Enfocándose en no aplastar ningún ser animal como la última vez que conducía. Sin recibir ningún apoyo por los dormidos amontonados en los asientos traseros.

Ella estaba preparada para soltar un estruendoso "Despiértense, concha de su madre" más, al ver la adorable posición en cuanto dormían adormeció las llamas de su ira.

—Estos dos terminarán juntos.

Cassiopeia abrió los ojos luego de recibir un manotazo en su muslo derecho. Se encuentra con su mejor amiga sonriéndole de oreja a oreja asustándola un poco, desvía su mirada a donde le estaba señalando y es donde entra en la realidad.

—Poquito más y te mete la mano en...

—Kiara, cierra la maldita boca. —Su mano aterriza como un golpe duro sobre el brazo ajeno, antes de recibir una queja le ordena irse del vehículo—. Sal, ahora.

—Si quieren procrear solo deben decírmelo.

—¡Kie!

La ve riéndose exageradamente en su propia cara mientras se baja de la camioneta tomando sus cosas en el camino. Cassiopeia se mantiene inmóvil en su lugar, porque una enorme mano sujetaba sus muslos y no sabía exactamente cómo reaccionar.

—Carajo, carajo.

Intenta moverse hacia arriba para deslizarse de su agarre, más es realmente más fuerte que ella, entonces le es imposible.

—¿Puedes dejar de moverte?

—Ouh.

—¿Cassie?

—Es que tengo ganas de ir al baño...

—Pues ve y luego vuelves. —Sonríe adormilado echándose nuevamente en el asiento. Lo odiaba por verse tan bien.

Se da golpecitos en la cabeza por aquella excusa. Mueve su cuerpo del regazo hasta el asiento, bastante inquieta por seguir cerca de él y su calidez.

—Es mejor que entremos, quiero ponerme al día con ustedes sobre el tiempo que he estado fuera. Ya sabes, seguramente te han pasado muchas cosas. —Mantiene el ambiente lejano a lo tenso, saliendo del vehículo con la mirada de él en sus movimientos.

—No mucho.

—Quiero oírlo.

—Está bien, vamos.

WonderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora