Llegamos tarde (Madelaine y tu)

⛅Capitulo-38⛅

Meses después...

Narra Mads.

Han pasado cuatro meses desde su partida, y hoy 16 de mayo partiría a un nuevo hospital, ya me había despedido de casi todos en el hospital y ahora me encontraba caminando por las tumbas directo a la de ella, al llegar pude localizar el lugar donde la habían dejado, a pasos lentos camine hasta donde ella, al llegar mi vista se dirigió hacia aquella lapida y con ello leí lo escrito, su nombre junto con su fecha de nacimiento y con ella la de su muerte.

"_____ Hidalgo Rowling
8 de febrero de 1993 - 16 de enero del 2013"

Al ya estar frente de aquella lapida tome algo de aire mientras la visualizaba.

-Mads: lamento no haberte visitado en tu cumple años -- comencé hablar – tengo que decir que tus amigos fueron buenos conmigo, los conocí el día de tu cumple años tal como dijiste que lo haría, pero no pude conocer esa persona de la que hablaste, según lo que dijo Carolina fue que no pudo venir, pero me hubiera gustado conocerla.

Deje que pasaran unos segundos de total silencio en el cual aproveche en mirar su lapida en la cual se encontraban algunos ramos, algunos ya secos y otros como si los hubieran dejado hace unos días.

-Mads: la razón por la que estoy aquí es para despedirme – hable – mis padres encontraron un mejor lugar en el cual según ellos piensas que voy a progresar – un nudo en mi garganta se iba formando – pero ¿cómo lo hare sin ti?

-Mads: te extraño cada día, hay momentos en los que me imagino que estás conmigo, pero siempre hay algo que me trae a la realidad y no tienes idea de lo mucho que me duele – una lagrima amenazaba con salir.

-Mads: de verdad me haces falta, no hay un solo día en el cual no me imagine lo que estaríamos haciendo si tu tan solo estuvieras con vida – una lagrima bajo por mi mejilla – tengo que decirte que Bard te extraña demasiado ni hablemos de Carolina, ella ha cambiado mucho desde que te fuiste, pero aun asi trata de seguir ya que me hablo de una promesa que ambas habían hecho y ella la quiere cumplir por ambas.

En ese momento sentí como alguien más llegaba y se colocaba a mi lado, de reojo pude ver de quien se trataba.

-Mads: no le quiero decir adiós mami – hable mientras otra lagrima bajo por mi mejilla.

-Madre: Madelaine – la mire – no te pido que le digas un adiós – limpio la otra lagrima que había bajado – solo dile un hasta pronto mi amor.

-Madre: te dejare a solas para que te despidas – asentí, ella dejo un beso en mi frente para asi retirarse.

-Mads: ya es hora de irme – sentí una necesidad de decir su nombre -- ____ si es que realmente hay otra vida después de la muerte, te prometo que no llegare tarde mi amor.

Me incline para dejar una rosa en su lapida y asi dar un peso a la palma de mi mano y luego tocar la lápida, en ese instante a mi mente llego un pensamiento.

-Mads: te amo tanto que entre ratos me da miedo – sonreí con nostalgia – pero aun asi lo amo.

Sin más palabras me fui de aquel lugar, me sentía tan mal de saber que me iba del lugar en donde la conocí, en donde nuestro amor surgió, pero en especial en donde ella se encontraba.

Narra Carolina.

Estaba en la azotea mirando como el sol comenzaba a esconderse entre unas montañas y los colores que provocaba eran los mejores, en ese momento llego algo en mi mente.

-Caro: eres como un atardecer – dije mirando al cielo – momentos antes de irte demostraste lo mejor de ti y justo en el mejor momento desapareces, dándole paso a un horrible frio y una oscuridad – miré lo que tenía en mi mano, su cámara.

-Caro: ya sé por qué te gustaban tanto los atardeceres – sonreí – Madelaine se llevó las fotografías que tomaste con la cámara, pero yo me quedé con ella, ella se llevó los momentos que capturaste y ahora es mi turno de capturar unos nuevos.

Mire el cielo y en ese momento recuerdos llegaron a mi mente, momentos en los que pasamos en este lugar.

-Caro: es horrible saber que Sara ya no permitirá el acceso a la azotea, justo tu lugar favorito – mire la hora – me tengo que ir, pero te prometo que cumpliré todas mis metas por las dos – sentí mis ojos llenarse de lágrimas.

-Caro: hasta pronto mi Drácula – sonreí al recordar el momento en el que le puse ese apodo, aunque tenía muchos, pero ese sé que lo odia más.

Sin más salí de aquel lugar, cerrando aquella enorme puerta para asi bajar las escaleras y caminar hacia mi habitación, al pasar por ese pasillo recordaba los momentos con ella lo que solo me traía nostalgia, al pasar por su habitación pude ver como aquel chico salió de esa, David un paciente nuevo en este lugar.

-Caro: ¿listo para tu recorrido?

-David: siendo sincero no, tengo muchos nervios.

-Caro: no los tengas, en realidad sé que te va a gustar este lugar – él sonrió.

Comencé contándole todo el lugar para luego ver como Samantha se unía al recorrido.

Y entre todo esto pude darme cuenta de la gran ausencia de ____, ¿ahora quien haría que los pacientes nuevos de perdieran?

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