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Capítulo LXI:

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Capítulo LXI:

No sé cuanto tiempo había pasado desde que Vex nos explicó quién era la nueva chica que se encontraba en la habitación con nosotros. Todavía trataba de analizar y comprender la situación, pero la cordura parecía no querer aparecer en mi cabeza y solo deseaba gritar para poder despejarme.

¿Cómo que otra organización que nos vigilaba? ¿La hermana de Sartén? ¿Qué sigue? ¿Acaso cuando nos vayamos encontraremos a una prima lejana de Minho también? ¿Por qué se quedaba con Vex? ¿Por qué carajos no apareció antes?

—¡Oye! —Valerie chasqueó frente a mi cara y por fin logré reaccionar—. ¡Gracias por establecer conexión con nosotros! Llevamos casi dos minutos tratando de traerte nuevamente a la Tierra.

Sacudí la cabeza y me di un par de palmadas en las mejillas para terminar de espabilarme.

—Lo siento... —miré a la morena, esta parecía estar a nada de reírse de mi reacción—. Es solo que a este punto, no esperaba tener que recibir más noticias inesperadas.

Ella asintió, comprensiva.

—Imagino que sí, y créeme, yo tampoco pensé tener que aparecer en sus vidas cuando están a punto de hacer una locura —suspiró levemente y metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta—. Por lo que he notado y por lo que sé, están jugando en terreno altamente peligroso.

—¿Y qué tanto es lo que sabes? —pregunté de inmediato.

Si bien esta chica podía ser la hermana de Sartén, el hecho de que nos conociera a todos y nosotros ni siquiera supiéramos de su existencia era una señal de alerta bastante grande considerando lo que teníamos que hacer en unas horas. No podía arriesgar más a mi familia y tampoco iba a permitirlo.

—Sé que todos estuvimos en CRUEL antes del Laberinto —nos dirigió una mirada a todos, enfatizando en lo obvio—. Sé que este rubio se salvó de volverse una bestia gracias a ti, cuando no hay registro de alguna anomalía en tu cadena de ADN como existe en los registros de Thomas o cualquiera de los inmunes. Y sé que las cicatrices en tu espalda no fueron casualidad...

—¿Por qué lo dices?

Los ojos de Jaz se cristalizaron al instante, su mordió el labio y estiró su mano para tomar la mía.

—Porque fueron hechas por el mismo monstruo que me las hizo a mí.

Sentí un enorme nudo en mi garganta y cómo mis ganas de llorar aumentaban de inmediato.

—¿Entonces la sensación de no querer tenerlo cerca...?

—Sí —respondió ella al ver que no podía terminar de formular la pregunta—. Ten por seguro que no apareció de la nada.

Me mordí los labios levemente y me solté del agarre de la morena para buscar donde sentarme, mi estómago se había revuelto en segundos y sentí que podría vomitar en cualquier momento.

ALWAYS WITH YOU ⋈ [The Maze Runner]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora