23.

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Previamente:

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Previamente:

Y como si los penitentes nos hubieran estado esperando durante todo ese rato, empezaron a mostrar sus peligrosos aguijones y cuchillas mientras caminaban sobre el charco de sangre que había dejado el cuerpo de Alby, el cual, no volví a ver.

Era el momento de la verdad.

Capítulo XXIII:

Avanzábamos a paso ligero y firme hasta que escuchamos como las patas metálicas de los penitentes golpeaban contra el suelo de piedra.

Afianzamos nuestro caminar. Y cuando ya nos tenían rodeados, la batalla había comenzado.

Todo el mundo se dispersó para detener a las bestias. El frenesí en el ambiente era más que obvio.

Yo me lograba escabullir por entre todo el caos. Pasaban navajas y cuchillos entre los demás larchos como si fuera algo normal. Mientras corría, un penitente se atravesó en mi camino, y por poco me atrapa de no ser que se me ocurrió deslizarme por debajo de la bestia al mismo tiempo que le clavaba una estaca, que encontré en el camino, justo en el centro del pecho. La bestia gritó por la herida. Casi podía considerarse una escena de película.

Sentí como algo se caía de mi mochila, y vi con horror que era el tubo que habíamos encontrado. No podía perderlo.

- ¡No!.- Grité mientras me levantaba rápidamente del suelo.

Chuck me escuchó por entre todos los quejidos de los demás larchos, y alejándose de Teresa corrió tras el aquel aparato.

Logró atraparlo antes de que se cayera por el precipicio que rodeaba el pasillo en el que nos encontrábamos. Teresa se encargó de tomarlo del borde de la camiseta y tirar de esta para evitar que pasará alguna otra desgracia.

Jack los cubría como podía moviendo, airosamente, la lanza que cargaba en su mano. Y por poco veo como lo rebana una de las cuchillas de un penitente dispuesto a atacar.

Tommy apareció e hizo lo primero que se lo ocurrió, clavar la lanza justo en el centro de la cara de la bestia. Esta cayó muerta al instante.

Me quedé estática en mi sitio. El castaño me lanzó el tubo de metal para que reaccione.

- ¡No tenemos tiempo!.- Gritó exasperado.- ¡Ve a desactivar el maldito código!

Reaccioné y empecé a correr sin detenerme para nada. Clint, Jeff junto con otro larcho me seguían para proteger mi espalda.

Traté de no voltear y buscar a Newt con la mirada. Sabía que estaba bien y no teníamos tiempo para eso.

Llegué al punto en el que el pasillo se hacía más angosto y no tuve otra opción que acelerar el paso antes de que un penitente bloqueara la entrada.

Por acto reflejo acerqué el tubo con el número siete a la pared, y este terminó introducido en la ranura que había justo en el centro de esta.

ALWAYS WITH YOU ⋈ [The Maze Runner]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora