ALWAYS WITH YOU ⋈ [The Maze Runner]

50.

CAPÍTULO L:

—Déjame ver si estoy entendiendo —junté mis manos mientras señalaba a los dos chicos—. ¿Lo que tratas de decirme es que desde nos ingresaron al laberinto a Jack, Thomas y a mí; estuviste ayudando y boicoteando a CRUEL al mismo tiempo?

El chico de cabello azabache asintió con una mueca en la cara.

—Si lo quieres ver de ese modo, sí —se encogió de hombros—. Debía mantener un perfil bajo, además de que simplemente no podía negarme a seguir órdenes. Ellos tienen una ventaja sobre mí desde que Teresa notó un poco de mis intenciones dentro de CRUEL.

—¿Y cúal es? ¿Nosotros? —pregunté algo ansiosa. No estaba lista para otro problema en este momento.

—Fueron parte del chantaje, créeme. Pero también, se encargaron de enfermarme a mí también —enseñó todas las cicatrices por agujas que tenía por todo el cuerpo—. No es la Llamarada, pueden estar tranquilos. Sin embargo, lograron generar una especie de toxina que me vuelve realmente frágil a nivel inmunológico. Y los efectos cada vez duran más.

—Te están matando... —agregó Jack con ojos brillantes, afligido.

Matteo asintió con suavidad y se acomodó en su sitio, viéndose bastante cansado.

—Los últimos meses me la pasé recuperándome de un disparo en la pierna provocado por Janson. Así que me consideraron relativamente inactivo —rodó los ojos con molestia—... Por lo que me la pasé en cama demasiado tiempo mientras Teresa volvía a tomar el control de todo y todos.

—Lo que mandó a la mierda gran parte de tus trabajos tratando de hundir a CRUEL... —intervine nuevamente, uniendo cabos.

Unos pasos detrás de nosotros interrumpió por completo la conversación, y para cuándo me giré, encontré a un chico de ojos color miel con el ceño fruncido mirándonos bastante confundo y levemente malhumorado.

Matteo y él se sostuvieron la mirada de una forma demasiado extraña.

—No pensé que tardarías tanto en ir a dormir —sentí las manos de Newt en mis hombros—. Ya entendí el porqué.

Me encogí levemente de hombros, incómoda.

Sabía que Newt no estaba siendo celoso, se le notaba en la voz y en su postura. Sin embargo, sentía el ambiente pesado al no saber cómo actuar ante el desconocido.

—Que bueno verte de nuevo, Newt —Matteo se alzó y se colocó frente a él, estiró su mano para estrecharla con la del rubio—. Ha pasado tanto tiempo.

—Ni que lo digas —aceptó el saludo luego de un par de segundos decidiéndose—. Lamento no poder recordarte, pero supongo que sabes el porqué.

La tensión desaparecía lentamente, lo que me estaba haciendo agradecer en la mente.

—Por supuesto. Me gustaría terminar de explicarles todo ahora mismo —sonrió apenado mientras volvía a sentarse, frotando levemente su pierna, supongo que era esa la que le habían disparado—. Pero entre el alboroto que puede armarse y las ganas de que estén todos los chicos presentes... Preferiría esperar hasta mañana.