ALWAYS WITH YOU ⋈ [The Maze Runner]

22.

Previamente:

— ¡Atentos muchachos!.— Alzó el puño en el aire para hacer una seña.— ¡Ya es hora! ¡Y sean cuidadosos, no mueran!

— ¡Genial! ¡Ahora tenemos una inspiración del demonio!.— Gritó Newt en respuesta.

El asiático le lanzó una ceña al rubio. Y finalmente, mientras bajaba el brazo con rapidez gritó.

— ¡Ahora!

Capítulo XXII:

Íbamos a paso ligero, con tal de no cansar a los que no están acostumbrados a recorrer tales distancias. Minho, Alby y Tommy se turnaban para dirigir al equipo, y Newt se quedaba al final conmigo para evitar que alguien quedará atrás. Además de que su cojera no le permitía correr tan rápido; de que yo no recordaba del todo la ruta a la zona por la que saldríamos y de que mi herida aún me impedía correr del todo bien.

Algunos larchos empezaban a cansarse, por lo que hicimos una breve parada para descansar e hidratarnos un poco.

— Iré a revisar el perímetro con Minho.— Anunció Tommy después de haber bebido un largo sorbo de agua.— Esperamos volver a ponernos en marcha dentro de cinco minutos

— Te acompaño.— Comenté.

— Ni loco, sigues herida y necesitamos que organices a todos los chicos aquí.— Concluyó Minho atando sus zapatos.— No necesitamos bajas significativas. Al menos, no ahora.

Hice un pequeño mohín y me quedé al lado de Newt. Los otros dos cumplieron y se fueron a revisar.

— Esto es ridículo.— Empecé a refunfuñar.— Debería poder correr y hacer reconocimiento. No tendría que estar sentada aquí, me siento inútil.

— Pero es justo lo contrario, _____.— Newt soltó un pesado suspiro.— Eres una de las personas más importantes en estos momentos, y sí, puede que ahora no estés en su cien por ciento, pero todavía sigues siendo una pieza clave en todo este embrollo.— Sonrió levemente y pasó una mano por mis hombros.

Sabía que en estos últimos días me estaba portando más insegura de lo normal. Pero cada vez que Newt, o cualquiera de los chicos, me decían que era importante; podía sentir como eso me ayudaba a mantener la poca compostura que aún estaba en mi cuerpo.

Minho y Thomas regresaron a los pocos minutos. Pero mi instinto me decía que algo no andaba bien.

— ¿Qué hay? ¿Pudieron ver penitentes cerca?.— Inquerí.

— Ese es el problema, no hemos visto ni uno.— Tommy una mueca de gran preocupación y miró hacia todos lados para comprobar que nadie nos estaba escuchando.

Esto era malo. Muy malo.

— ¿Crees que...?.— Newt dejó la frase sin terminar.

— No.— Respondió Minho secamente.— Estoy seguro de que nos esperan allá.