Ella era menor. Él era mayor.
Ella tenía popularidad. Él tenía mala reputación.
Ella no cree en el amor. Él solo rompe corazones.
Ella adora los problemas y él sabe cómo buscarlos.
━━ Libro (primera temporada) terminado.
━━ Por favor lee el intro an...
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─Jae-Eun, tranquilízate. ─Sunmi intentaba controlar a su mejor amiga, pero esta última estaba completamente cegada por el enfado que el profesor de deportes la hizo pasar. Pensaba que no había ninguna necesidad de compararla con su hermana únicamente por haber sido su maestro por un año, no tenía derecho, al menos eso aseguraba la ojiazul.
─Estoy cansada de esto, es un martirio. ─Jae-Eun golpeó uno de los casilleros, provocando un sonido ensordecedor para su amiga rubia que tapó sus oídos por reflejo. ─Siempre es lo mismo.
─Pero Jae, tú sabes que eres igual de buena que ella. ¡No te desanimes!
─¿Cómo no quieres que me desanime? Sunmi, no lo entiendes. ─la ojiazul sollozó mientras metía sus prendas a su maleta, cerrándola con brusquedad y guardándola en el mismo casillero de antes.
─¡Trató de hacerlo! Después de todos estos años he intentado comprenderte.
Jae-Eun no dijo nada más, simplemente se limitó a asentir con su cabeza mientras quitaba las lágrimas rebeldes de sus mejillas. Observó a su amiga y dio un apretón en su hombro.
─No te preocupes Sunmi, está bien. ─la rubia parecía querer agregar algo pero, Jae-Eun la interrumpió. ─Nos vemos mañana, descansa.
─Descansa, Jae.
A penas Jae-Eun pudo escuchar la despedida de su amiga, salió a toda velocidad del gimnasio y se encaminó hacia la salida del colegio cabizbaja. Quería reprimir su deseo de caer en el suelo, abrazarse a sí misma y llorar durante se culpaba a ella misma por ser tan inútil, inservible.
Desde que tenía memoria ella intentaba destacar en algo, tener el mínimo reconocimiento de alguien que no sea su amigo o su madre. Ni siquiera Jae-Eun se sentía orgullosa de ella misma, era tan exigente hasta tal punto que podría ser capaz de arrancarse mechones cabello o arañarse, era capaz de todo.
