Ella era menor. Él era mayor.
Ella tenía popularidad. Él tenía mala reputación.
Ella no cree en el amor. Él solo rompe corazones.
Ella adora los problemas y él sabe cómo buscarlos.
━━ Libro (primera temporada) terminado.
━━ Por favor lee el intro an...
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─¡Otra razón más para que vayas! Deberé agradecerle a Sunghoon después de esto.
Decía Sunmi con un tono emocionado y alegre a la par de que se maquillaba lo más natural posible y luego guardaba la paleta de sombras en su bolsillo. Las amigas habían acordado que llegando a la fiesta, Jae-Eun sería la encargada de crear un maquillaje más oscuro, brillante y sensual. Sin embargo, la ojiazul no se notaba muy entusiasmada, más bien pensativa y ligeramente cansada.
Últimamente su vida había dado muchas vueltas inesperadas y otras inexplicables, pensaba que estaba soñando. Si fuera así, deseaba despertar de inmediato, era una especie de pesadilla que le provocaba una sensación nerviosa que la carcomían poco a poco hasta quedarle un muy mal sabor de boca durante mucho tiempo. Cada vez conocía más información sobre el pasado de su hermana y como, casualmente, se conectaba con aquella noche que recuerda vagamente con desprecio.
Era irónico, iría a otra fiesta esta noche. Mismos invitados, mismo lugar y, aunque no quisiera aceptarlo, Jae-Eun sentía el mismo escalofrío de hace dos años. Era un deja vú, y deseaba que no fuera exactamente igual, aunque la invitación de Sunghoon había cambiado ciertas cosas.
Por otro lado, la joven no entendía porque la insistencia del castaño con ir junto a ella a la fiesta. Entendería si la razón fuera porque quiere pasar sin tener que pagarles a los chicos que hacían de guardia para recolectar dinero e irse por unas bebidas alcohólicas. No, Sunghoon no es ese tipo de chicos, o al menos eso quisiera creer la ojiazul, en el fondo tenía una mínima esperanza en su casi amigo o lo que sea que fuera.
Jae-Eun sabía que la razón era otra. Pese a que llevaban poco conociéndose, había transcurrido el tiempo necesario para analizar el carácter del otro.
─Jae ─Sunmi chasqueó cerca del rostro de su amiga─, ¿ocurre algo?
La mencionada negó e intentó sonreír, pero en resultado fue una mueca que Sunmi no pasó por alto pero decidió no hablar más al respecto. Prosiguió con su maquillaje dejando escapar un largo suspiro, y a través del reflejo de su espejo, dirigió su vista hacia la ojiazul.
