Recuerdo : Capítulo 10

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El cielo grisáceo se tornaba cada vez más oscuro, amenazaba con una gran tormenta junto con un aire brusco. Era un escenario que podía describir perfectamente la mezcla amarga de sentimientos que el chico tenía desde hace una noche.

Al final de todo, su plan salió como esperaba, excepto por un percance: Jay. Su amigo llegó inesperadamente a la fiesta, con claras intenciones de pasarla bien pues al parecer había terminado con su novia, pero Sunghoon nunca esperó que él se interesara tanto en el estado inconsciente de Jae-Eun.

Por esto último, Park estaba lleno de preguntas respecto la repentina angustia del rubia hacia una chica que a penas si conocía. Él la cuidó todo el tiempo e incluso, Sunghoon podía jurar que Jay la cuidaba tanto que en ningún momento se separó de hasta que su padre fue por ella.

Sin embargo, ahora mismo el joven estaba más preocupado por los problemas que seguramente originó para Jae-Eun. Sunghoon jamás olvidará el rostro de aquel hombre alto, vestido con un traje elegante sin ninguna imperfección y con facciones parecidas a la de Jae-Eun, pero en cambio, su mirada era más dura y penetrante, además de imponer un gran miedo.

Un miedo que Jay superó cuando le explicó la situación con claridad y sin ningún temblor o nerviosismo. Pero, ambos chicos esperaban que el señor Choi reaccionara de alguna manera enfadada o preocupada, no fue así, fue todo lo contrario. El hombre subió a su hija menor al auto y con apatía se despidió de Jay, sin preguntar o decir algo más, se subió a su auto para desaparecer entre las calles iluminadas tenuemente.

Y es que la inquietud de Sunghoon seguía creciendo cuando, apropósito, pasó por el aula de Jae-Eun y no la vio donde siempre se sentaba pero, tampoco veía a Sunmi. El chico se quedó quieto justo a lado de puerta, de repente una chica chocó accidentalmente con él cuando intentó adentrarse al aula y pidió perdón pero, Sunghoon la detuvo antes de que se fuera.

─¿Conoces a Choi Jae-Eun? ─interrogó el joven, y la respuesta que obtuvo de aquella chica fue una linda sonrisa mientras asentía con su cabeza.

─¡Por supuesto! Ella me ha ayudado tanto a perfeccionar mi técnica de-

─¿Dónde está? ─Sunghoon la interrumpió, no le interesaba ni lo más mínimo que había hecho Jae-Eun por ella, o si la adoraba. De todos modos, la chica ni siquiera lo tomó a mal.

─No ha llegado, pero supongo que hoy no vendrá a clase.

El chico frunció el ceño y se cruzó de brazos. ─¿Y su hermana?

─Oh, Jaesun sí llegó, aunque un poco tarde. ─el timbre que indicaba el comienzo de las clases retumbó, por lo que la chica se encogió de hombros─. Debo irme, espero haberte ayudado.

Sunghoon asintió y dejó ir a la alumna, que a lo lejos pudo escuchar los pequeños gritos emocionados que soltaba junto con sus amigas. Sin embargo, justo cuando se giró sobre sus talones para marcharse, encontró a Sunmi caminando hacia el aula con una pequeña sonrisa en sus labios.

─Buenos días, Sunghoon. ─Lee estaba a punto de entrar a su aula pero, el chico la tomó del brazo llevándosela consigo.

Sunmi gritaba pidiendo ayuda, trataba zafarse del agarre de Sunghoon pero, era tan fuerte que incluso dolía cuando hacia el intento de soltarse. Al parecer nadie escuchaba sus súplicas, o quizá a nadie le importaba. Después de todo se encontraban en un pasillo desolado, con asientos o escritorios rotos,  desgastados, o estanterías cubiertas por una gruesa capa de polvo y telarañas.

Sunghoon se detuvo frente a una puerta, que claramente tenía un cartel en rojo que indicaba que el paso estaba prohibido. Pero poco le importaba al chico pues abrió la puerta con facilidad, Sunmi entendió de inmediato que no era la primera vez que Sunghoon venía aquí.

DADDY ISSUES, park sunghoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora