Capitulo 50

76 8 1
                                    

Capítulo 50: Mary

(***)

— Mary... — una dulce voz susurra en mis oídos, se escucha bien, me transmite cierta calma que llega a mi cerebro, es extraño porque hace mucho que no sentía esa sensación. — Mary... — y hay mucha calidez, tanta que apacigua el nerviosismo de mi cuerpo. — Mary despierta. — mi cuerpo se sacude y abro los ojos de inmediato.

Me encuentro con unos ojos grandes y tiernos como los de un venado, llevan el color rojo intenso dentro de sus iris, una mirada dulce y enternecedora, luego una bonita sonrisa se asoma en un gesto risueño.

— Querida, ¿no has estado descansando? O es que no te estás alimentando bien.

— Emma. — parpadeo y enderezo mi cuerpo, me siento terrible, me quedé dormida y doblada en su mesa de cocina.

Ella se acerca a la refrigeradora y saca de allí una bolsa de sangre que luego vierte en un bonito vaso con un sorbete de aluminio. Me lo extiende y le doy un agradecimiento con la cabeza.

— Ten, bebe y aliméntate bien, Nate ya no tarda en llegar.

— Lo siento, no suelo quedarme dormida... no de esa forma. — Ella ríe y se sienta frente a mí, con el brazo sobre la mesa y apoyando su rostro en la palma de la mano. Es gracioso que ambas hagamos el mismo gesto.

— Tranquila, imagino que es por todo lo que ha estado pasando, lo de Peter nos ha golpeado a todos, además la familia siempre ha sido muy cercana y bueno imagino que tú y Peter...

— Somos amigos, ya ha pasado un buen tiempo de lo sucedido entre nosotros así que estamos bien. — me apresuro a decir. Ella ríe y bebe un poco de la sangre en un vaso.

— No dije lo contrario.

— Digo tampoco somos tan amigos, pero conozco a Peter casi de toda la vida... me crie con ellos así que sí, también es parte de mi familia.

— Me alegra que aún le tengas tanto aprecio. Es importante no guardar rencor a las personas. — ladeo mi rostro mirando a Emma, ella suspira y de pronto me pregunto... si pensará lo mismo viniendo de ella.

— Puedo... ¿puedo hacerte una pregunta personal?

— Si claro. —Responde.

— Tu... ¿aún le guardas rencor a mi padre? — Bee levanta las cejas y luego mira hacia su vaso. — Digo, no sé en realidad lo que sucedió entre ustedes, pero por lo que escuché de papá... no fue solo un amor pasajero.

— Ni, aunque quisiera podría guardarle rencor a tu padre. Digamos que es más complicado que eso... tu padre siempre será... — se queda a mitad de la oración como si pensara en lo que va a decir, sonríe de lado y suspira. — Una persona que recordaré toda la vida, además, compartimos un hijo... ya sabes. — se encoge de hombros.

— ¿Lo amaste? — Emma me mira por unos segundos y sonríe.

— Por supuesto, no tienes idea de cuánto. — eso me enternece y espero no haber sido imprudente.

Quiero preguntarle un par de cosas más pero entonces escuchamos la puerta principal abrirse y la voz de Nate, anunciando que ha llegado. Me apresuro a ir a saludarlo, pero antes de correr a sus brazos me detengo, cuando noto a la mujer a su lado.

Es su abuela, la mujer se percata rápidamente de mi presencia y me regala una cara de pocos amigos. Aun no entiendo que le hice, o porque parece querer eliminarme como si fuese alguna clase de bicho feo que ensucia la mesa.

— Mi amor. — Nate deja las bolsas de compra en la entrada y viene hacia mí para levantarme entre sus brazos y besarme la boca. El gesto me toma por sorpresa, abro los ojos y parpadeo, pero rápidamente me recompongo y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello para besarlo con la misma efusividad.

Tengo ganas de AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora