Capítulo 26

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Capítulo 26: Mary

Suspiro mientras observo el último vestido que me pruebo en el día, es bonito, ligero, sencillo y me agrada.

No sé por qué de pronto me dio éste arranque de locura por salir de la residencia y comprar mucha ropa linda. Supongo que son los nervios de saber que papá llegará en unas pocas semanas, y que será... Para siempre.

El estómago me cosquillea de solo imaginarlo, mi vida con papá será mucho mejor, como siempre lo ha sido. Al menos ya no me sentiré tan sola y me ayudará a ocupar mi mente que tener que pensar en todos los problemas que me han rondado la cabeza últimamente.

Entro al probador y me quito el vestido colocándolo en la percha, será el que me llevaré por fin, al menos Nate es un chico que tiene mucha paciencia, dice que Emma solía llevarlo de compras desde que era un niño pequeño lo que me causa gracia y ternura a la vez.

— ¿Llevará alguna prenda señorita? — inquiere la muchacha con bonito traje a blanco y negro. Le sonrío mientras termino de colocarme los zapatos y le indico la ropa que me llevaré —En seguida lo pasaremos por caja.

— Eh disculpe ¿Ha visto al muchacho que venía conmigo? — frunzo el ceño y estiro el cuello para buscar a Nate aunque no está por ningún lado.

— Lo vi salir de la tienda.

Me quedo extrañada de eso pero decido pagar por mis prendas para luego buscar a Nate. Cuando salgo de la boutique observo a Nate darse la vuelta y quedo paralizada cuando noto quienes están a pocos metros de él.

Peter... Y Enna.

Trago saliva y me oculto antes de que volteen ¿cómo? ¿Por qué? Eso significa qué... Siento una presión sobre mi pecho y me repito que esto pasaría en algún momento... Ahora ellos están juntos supongo. Y no puedo evitar molestarme, por más que lo intento aún queda esa herida de lo que hicieron, la manera en que ambos me trataron y se burlaron... No puedo olvidar.

— Mary. — pego un brinco y miro a Nate que se acerca a mí. — ¿Compraste todo?

—Los vi — arrugo la frente y él hace una mueca con su boca y rasca su nuca.

— Lo siento. Hubiese preferido que no te los cruzaras.

—Está bien Nate. — Le quito importancia y prefiero que Nate no sepa que aún me fastidia el tema.

— Me preguntaron por Lucille. — enarco las cejas.

— ¿y que les dijiste?

— Bueno intenté fingir pero Peter supo sacarme rápidamente la mentira.

— Eres malo mintiendo Nate. — Él sonríe de lado y toma mis bolsas. Enrollo mi brazo en el suyo y caminamos por el centro comercial.

— Ya sé, pero me agarró desprevenido. De igual manera, estoy atento a todas las señales de auxilio de Lucille.

— ¿Y que se supone que harás? Están en España.

— Alquilare un jet privado. — anuncia y casi quiero reír, mordisqueo mis mejillas internas para no hacerlo.

— Un jet privado eh...

— Podría pedírselo a Enzo, estoy seguro que no se negaría.

— Entonces... Tú alquilarías un jet privado solo para ir en busca de Lucille.

— Si está en apuros y necesita rescate pues sí.

— Eso es dulce Nate. — observo su rostro y sé que se avergüenza un poco.

Tengo ganas de AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora