Capítulo 12: Enna
Mientras avanzo, mis pasos resuenan en la cabeza como temblores bajo la tierra. Mis dedos se contraen en puño bajo la sombra de mis guantes y soy el espectáculo principal de todos los alumnos de la tétrica universidad.
Recibo miradas por aquí y recibo miradas por allá. Sí, supongo que puedo llamar mucho la atención aún más si estoy convertida completamente en vampiro, mis ojos rojos asustan, mis garras pronto se insertaran en las palmas de mis manos y puedo sentir la palpitación de mis venas.
Veo a varios vampiros corriendo de un lugar a otro, cuchichean entre ellos y ya han avisado de mi presencia.
— Abre la puerta. — ordeno a la muchacha de grandes ojos. Está petrificada en medio de la puerta de la mansión Nosfer. Ella niega con la cabeza.
— Ni... No. No puedo abrir, lo... Lo siento. — inclino mi rostro de lado y saco mis colmillos a la luz, la mujer tiene tanto miedo que parece que va a orinarse sobre sus pantalones.
— Lo... Lo siento... No puedo, no está permitido... No me hagas daño por favor — junta sus manos y ruega.
— Permiso Adrienna, cuando no te hacen caso por las buenas simplemente debes deshacerte de eso. — Mirna se adelanta y eleva a la chica por los aires para luego botarla a la nieve.
Escucho murmullos detrás nuestro y con una sonrisa siniestra empujo la puerta para entrar. Justo a tiempo, tan solo me basta poner un pie dentro para que aproximadamente unas doce mujeres del clan Nosfer aparezcan delante de nosotras y se cubran entre ellas.
Giselle Romanov aparece frente a nosotras, es la líder de su clan por lo que está claro que sería la primera en dar la cara.
—Adrienna Hunter... Mirna. — Enarca una ceja. — Que sorpresa que vengan a interrumpir a nuestra casa, a que debemos su visita.
— ¿Dónde está? — voy directo al grano.
— ¿Dónde está quién? No entiendo a qué se debe tanta hostilidad.
— No venimos en plan de amabilidad Romanov, llama a la chica. — anuncia Mirna.
— No entiendo de que...
— Llama a la chica. — levanta la voz haciendo que las demás se sobresalten. Vemos como de a poco las mujeres detrás de ella, se van abriendo paso y muy, muy en el fondo veo a la rata asiática encogida como un pequeño roedor. La miro con los ojos entrecerrados. — Hola Lana.
— ¿A que han venido? Está en contra de la ley irrumpir de esa manera en nuestra casa clan, ustedes no tienen derecho a...
— Sabemos muy bien las leyes Giselle, al igual que tú lo sabes. — Mirna me mira e indica con un movimiento de la cabeza que continúe yo.
— Lana Bretti Chang, te acuso a ti de intento de homicidio y complot con los yakusa Chang. — sus pequeños ojos se abren y todos ahogan un grito. La mujercita niega con la cabeza y lágrimas empiezan a correr por sus mejillas.
Pequeña rata mentirosa.
— ¡Es mentira! ¡Todo es mentira! — grita.
— Eso es una acusación muy grave Adrienna, no puedes simplemente soltar cosas así sin pruebas.
— ¿Pruebas quieres pruebas Giselle? — aprieto los dientes y doy un paso al frente. — Todo el mundo sabe de las amenazas de Lana contra mí, todo mi clan me respalda y no es un secreto que su padre maneja negocios turbios en Asia. Podría apostar hasta con ojos cerrados que fue ella quien los mando a asesinarme.
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Tengo ganas de Amar
VampirosLucille, Adrienna y Mary, tres hemosas mujeres unidas por dos lazos inquebrantables, la familia y... la sangre. A lo largo de los años las hermanas Hunter no han podido lidiar con las distintas disputas, peleas y rencores que existen entre ellas. Ad...