Todo empezó cuando vi por primera vez su sonrisa, era preciosa, pensaba que él ni siquiera sabía que era eso, pero para mi sorpresa me sonrió de manera amable.
Ahí empecé a sentir cosas que ni yo podía controlar, ¿Por qué? Por qué cuando un trozo de...
La madre e hija en un reencuentro un tanto tenso, se encontraban separadas por una mesa, ambas en una sala de interrogatorios, esta custodiada por Horacio, hermano del padre de la chica que ansiaba ser de sangre.
—Es hora de destapar las mentiras que le has dicho a mi sobrina, hasta el punto de querer verme muerto —habló serio de brazos cruzados, miraba a la mujer con fiereza.
La leve sonrisa, llena de crueldad se ensancho, apoyo los codos sobre la mesa —, de primeras no te permitiré llamar a mi hija sobrina, no tienes su sangre, no la has criado. No eres nada, ¿Sabes por qué? Por que siempre has estado y estarás solo —Horacio llevo ambas manos a su rostro y tembló, parecía que estaba discutiendo con su cuerpo y mente, impidiendo que su llanto se escuchara mas de lo permitido —. Oh... ¿Lloraras? ¿Enserio?
Una sonrisa se asomo de sus labios retirando sus manos, en su rostro el vacile predominaba, parecía disfrutar —, Nah, solo me quedaba contigo —aseguro con vacile —, ¿Cómo se ha sentido ese segundo creyendo que me estabas dañando de verdad? Espero que bien, pero es mi turno de joderte —dio unos pasos cerca de la mesa, y con la yema de sus dedos tomo un mechón de su corta melena —.¿De verdad crees que me afecta algo tan insignificante dicho por una sucia arpía como tu? E oído, visto y hecho cosas peores como para que eso me duela tan siquiera —se agacho hasta su oreja —. Acuérdate que soy Horacio, el mismo que te dejo vivir por lastima, el mismo que con mis propias manos dejaras de poder hablar, respirar y sobretodo tocar los cojones de la manera en que lo haces.
—¡Sigo aquí! —exclamo la chica esposada del otro lado de la mesa.
—De hecho sí, eso es lo bueno. Antes de que tu... progenitora, por que no merece ser llamada madre, te cuente, te haré una pregunta, ¿Recuerdas un collar de una mariposa azul? —pregunto girándose a mirarla.
—¿Cómo....?
—Insisto, ¿La tienes? —preguntó.
La chica con sus manos esposadas yebo ambas manos a su cuello, mostrando un desgastado collar, era una mariposa con pequeñas piedras azules —, ¿Cómo sabes...?
—Ella solo te ha contado medias verdades o mentiras completas. Has olvidado el día que te fui a buscar, y ella ha hecho lo imposible por que no lo supieras...—sonrió con dolor —, ese día, cuando te enteraste de todo a raíz de tu madre, cuando ella te mintió así, te vi sobre un puente alto, asustada, sollozando, sintiéndote sola... —murmuró arrepentido —, no me dio tiempo a detenerte y cuando saltaste, tal vez por instinto, salte tras tuya, no sabia si era por salvarte o por morir junto a ti, pero lo hice...
—Fuiste tu quien me saco del agua... ¡Tu...!
La tos de la chica era excesiva, su cuerpo era dedil y en sus muñecas sangre salia casi sin cesar —. Venía a buscarte, pero veo que estas mas rota que yo... No puedo llevarte conmigo, de nuevo, por que te destruiría mas... —susurro a la chica, Horacio la levanto en brazos —, mereces ser feliz, aun que yo no sea un héroe, aun que sea tu villano.
—Te lleve con tu... madre —miro con resentimiento unos segundos a la mujer, volvió a mirar a la chica —, creí que estarías bien...
—Margaret... —susurro el chico tendiéndole a la adolescente, habían pasado dos días desde el incidente, desde que él la había llevado a un lugar donde sanaron sus heridas. La mujer tomo a su delgada hija entre sus brazos —. Cuídala, por favor... —susurro quitándose el collar y abrochandolo en el cuello de la chica algo adormilada —, se la heroína que yo no pude ser.
—Siento que hayamos terminado así... —sonrió con pena —, siento de verdad no poder ser tu héroe... —tomo una pausa caminando hasta la puerta —. Es hora de que tu hija sepa que los cabrones solo la amábamos y protegíamos, lo merecemos todos.
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No llegamos a lo de los comentarios, pero bueh, os lo perdono, ¡Solo esta vez, eh!
Capítulo donde al fin todo esta formando la verdad. ¿Así que ese fue uno de los paraderos principales cuando Horacio desapareció un año? Mmmmmmmmm....
