Ámame. VOLKACIO.

.Capítulo 8.

—Horacio y Claudio se van a casar, muchos besos se darán, muack, muack —canturreo siguiéndole por toda la comisaría, algunos agentes observaban riendo la situación.

—Solo vamos a tomar unas copas —repitio exasperado.

—Muchos besos, muack, mua...

—¿Pero que coño está haciendo Greco? —exclamó el ruso, el barbudo dejo de cantar y sonrió de manera macabra dándose la vuelta y observando al más alto.

—Solo cantaba para celebrar el nuevo ligue de...

—Te pago cincuenta pavos, escuchame, cincuenta pavazos y te cargas a Greco, ¿Qué me dices Volkov? ¿Te apuntas? —le hablo sin paciencia el de la cresta.

—Lo haría hasta gratis, pero por desgracia o suerte para el no puedo —hablo sin ganas el ruso —. Greco es el comisario debería de dar ejemplo y...

—¡Horacio! —grito alguien con voz potente, este se congelo observando algo asustado a Volkov —. Al despacho, de una puta vez —grito pasando de largo camino hacia su despacho, Kylie le seguía apenada con la mirada clavada en el suelo.

—No jodas —llevo ambas manos a su cabeza.

El de la cresta camino casi corriendo hacia el despacho sabiendo los gritos que vendrían con él.

—¡Inaceptable! —grito haciendo que el de la cresta se ocultara más en sus asiento —. ¡Sabes perfectamente que los alumnos que están siendo entrenados no, NO pueden ir a ningún atraco!

—Lo siento abuelo, yo... Joder solo quería darle una dosis de adrenalina, no todo es entrenar, joder tendrá que prepararse para los atra...

—¿¡Pero tú eres gilipollas!? —grito exasperado —. Los entrenamientos sirven para cualificar a la persona, Kylie estaba perdida en el código tres ¿¡Y ahora cómo está!? ¿¡Eh listo!? —señalo a la chica que tema su brazo vendado.

—Estoy bien superintendente... —susurro asustada por los gritos de su superior.

—Callate de una puta vez —señalo a la chica —. Te estoy hablando Horacio, responde coño.

—¿¡Qué quieres que diga!? ¡Si te respondo por qué lo hago y si me callo por qué me callo! Joder vete a la mierda —exclamo levantándose de su asunto cabreado —. He llevado a Kylie al atraco por qué la veía preparada, ilusionada y por qué me salía de los huevos, ¿Soy su supervisor, no? Pues lo veía buena idea, ¿Además, tu entrenas a Kylie? ¿A que no? Pues no te quejes, mi enseñanza son así...

—¿¡Pero que coño dices!? —grito sacando la porra avalanzadola contra su rostro, este ante el golpe se sentó de golpe con su rostro hechando hacia un lado, el pequeño grito de Kylie al ver aquello empeoró la situación —. ¿¡Aún sigues aquí!? ¡Vete a tomar por culo!

—No soy feliz aquí Horacio. Él espera que pegando al perro se haga más obediente, pero el perro morderá.

—¡Gustabo no! —grito.

Llevo su mano a la nariz del cual salía un hilo de sangre, observó sus dedos confirmando su hipótesis —. Le quiero mucho Conway, es más sabe que doy mi vida por usted. Hace un año o dos me hubiera callado dejando hablar a Gustabo, pero me he cansado de esta mierda, de esta vida, en fin, ya no soy el idiota que aparento ser —se levantó del asunto una vez más mirándole a los ojos —. Pero me he cansado de lamer la mano que me pega por hacerlo bien —Conway jadeo al recordar las palabras que dijo Gustabo cuando dejó el CNP antes de ser subinspector.

—¿Pero qué coño...? —Horacio no dejo hablar y se dio la vuelta saliendo del despacho, cerró la puerta de un portazo, en los alrededores observaron como el chico salía con sangre en su nariz, más este sonreía, quito el chaleco y lo dejo caer al suelo.

Volkov intento detenerlo más Horacio le sonrió apartando la mano que retenía su brazo —. No hace falta que nos vayamos juntos, me voy a divertir toda la noche —le guiña el ojo saliendo del lugar.

—¿¡Qué coño ha pasado ahí dentro Kylie!? —grito el ruso hacia la chica mientras el comisario Rodríguez observaba con seriedad.

Hay veces que simplemente nos cansamos, ese día mi alma llegó a un punto, no podía, no quería llegar al extremo que Conway había llegado, sabía que estaba cansado, agobiado y demás mierdas por el trabajo, pero sintiéndolo mucho eligió el peor año para decidir hacer lo que hizo. Cuando llegue a los santos renací, vi e hice cosas que me hicieron cambiar de mentalidad.

—Ey Claudio ¿Estás en el hospital? —susurro, toda adrenalina que había ocurrido dentro de estaba esfumando poco a poco dejando un pequeño hueco en su alma.

Ahora debería estar riendo con Gustabo por haberse ido de manera valiente, irían por las calles perdidos metiéndose con la gente que pasaba por estas y luego llamarían a Emilio u alguien, pero en cambio se encontraba caminando solo llamando al doctor.

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Horacio no es cien por cien transparente. Se descubrirán cosas en el próximo capítulo.

¿Estáis seguros de que sabéis el pasado de Horacio?

No siempre fue el héroe de la historia, ¿Y si fue el villano?

Un beso.

—N.G.A