—¡Lo estás haciendo de maravilla! ¡Sigue así! —alento a la muchacha que hacía las flexiones mandadas por su superior, sonrió con cansancio por aquellas palabras que tan bien le estaban sentando dándole una dosis de confianza para continuar con sus últimas tres flexiones, una vez completadas dejó caer su cuerpo y apoyo su mejilla en el asfalto arenoso haciendo que se pegará un poco de esta en su rostro algo sudoroso —. ¡Lo has hecho de puta madre Kylie!
La chica sonrió levantándose del suelo y espolsando su cara y ropa —¡Gracias subinspector!
El de cresta alzó su mano y está hecho un pequeño salto chocandola, seguido de eso la muchacha se alejó hacia su mochila y comenzó a beber agua mientras el subinspector leía los mensajes pendientes.
«¿A que hora sale usted?» 11:35.
«Sobre las nueve de la noche. Creo, ¿Por qué?» 11:43. ✓✓
«Ya que le he traído le llevaré ha casa. Si quiere.» 11:50.
«¡Perfecto!» 11:50. ✓✓
—Código tres en badulaque. Necesitamos tres agentes más para comenzar con la operación, ¿Algún agente disponible? —se escucho por la radio de Horacio, este miró a Kylie.
—Subinspector Horacio y alumna Kylie en camino —informo haciendo que la alumna observará ilusionada agarrando sus cosas y caminando casi corriendo hasta el subinspector.
—Comisario Greco en camino.
El primer atraco de Kylie fue algo extraño para ella. Se la veía perdida pero llena de ilusión, al parecer en los dos días que la mujer estaba allí no había ido ni una sola vez a ningún código tres.
El atraco fue sencillo, eran unos novatos que creían comerse el mundo, Greco y Horacio mientras estaban en el tiroteo contaban lo ocurrido en la mañana como si estuvieran tomando algo en la comodidad de sus casas sin que sus vidas corrieran peligro. Tardaron aproximadamente diez minutos en abatibles y agarrar sus dni's.
Ahora mismo Greco se encontraba peleando con la máquina expendedora, mientras Kylie era curada de su brazo, solo había recibido una pequeña rozadura, nada grave, y Horacio se quedaba de brazos cruzados esperando a saber respuesta de su alumna y los atracadores.
Minutos después se escucharon pasos casi correr hacia Horacio, este llevo la mirada a ellos encontrando a Kylie sonriendo con su brazo vendado corriendo hacia él, detrás de esta el doctor tatuado tenía las manos en su bolsillo caminando de manera lenta y tranquila hacia Horacio —. ¡Subinspector! —llamo como una niña pequeña —. ¿¡Lo hice bien!? —Horacio sonrió con nostalgia.
—¿¡Lo hice bien Gustabo? —exclamo ilusionado con múltiples de raspones por su cuerpo.
—Mejor que bien —repitio las palabras que su hermano una vez le dijo.
La chica bajo la mirada hechando hacia atrás el pelo que se había soltado de su despeinada coleta —. Le agradezco que me halla llevado al...
—Buenas Horacio —se escucho una voz tranquila, la chica miró hacia atrás observando como el doctor sonreía mirando al de la cresta, llevo la mirada a Horacio encontrando una sonrisa amistosa.
—¡Claudio! —saludo alegré.
—Me gustaría que le viera en otras circunstancias, siempre le veo en el hospital y...
—Avisare al comisario Greco de mi recuperación, enseguida vuelvo subinspector —y con eso la chica se marchó mirando atrás varias veces observando como el doctor dio un paso hacia delante hasta estar más cerca del de la cresta hablando con tranquilidad apoyando su codo en la pared.
—Oh, no, lo siento, estoy en una relación, así que retírese —hablo con seriedad el comisario, la enfermera avergonzada bajo la mirada marchándose casi corriendo.
—No sabía que usted estaba...
—No le pagamos para que ande preguntado la vida personal de los agentes, centrese agente Johnson —mordio su labio con culpabilidad, sentía que había tocado algún tema sensible, según tenía entendido Greco era el más sociable y amable de la comisaría, ¿Por qué estaba así con ella? ¿Había hecho algo que no le agradará? —. Cambiando de tema, ¿Dónde está el subinspector? —interrogo apoyándose en la abollada máquina expendedora.
—Oh... Esta hablado con el doctor muerte... —susurro sin apartar la mirada de sus zapatos señalando hacia el frente, Greco observó con una pequeña sonrisa.
—¡Oh! ¡Perfecto! ¡Esta semana no me aburriré! —froto sus manos, la alumna miró confundía a su superior.
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Ámame. VOLKACIO.
FanfictionTodo empezó cuando vi por primera vez su sonrisa, era preciosa, pensaba que él ni siquiera sabía que era eso, pero para mi sorpresa me sonrió de manera amable. Ahí empecé a sentir cosas que ni yo podía controlar, ¿Por qué? Por qué cuando un trozo de...