Todo empezó cuando vi por primera vez su sonrisa, era preciosa, pensaba que él ni siquiera sabía que era eso, pero para mi sorpresa me sonrió de manera amable.
Ahí empecé a sentir cosas que ni yo podía controlar, ¿Por qué? Por qué cuando un trozo de...
Una chaqueta de posó en los hombros de Horacio seguido de sentir como alguien le alzaba en brazos de la incómoda posición en la que dormía, su cuerpo estába helado del frío y sentir un pecho tan caliente hizo que se acurrucada más abrazándole por los hombros oliendo ese aroma que conoció al instante, más al estar toda la noche bebiendo y llorado hacía que el sueño fuera superior ha abrir sus párpados y observar a su salvador de aquel helado amanecer —. ¿Volkov...? —pregunto en suspiro —. ¿Qué hace aquí? —murmuro adormitado.
—Me llamo Greco —susurro para no despertarle —. Me dijo que se tenía que ir, que no podía llevarle. No podía dejarle en la intemperie durmiendo completamente desprotegido.
—Volkov usted es mi ángel —oculto su rostro en el hueco del cuello y froto un poco su rostro en busca de estar más cómodo en sus brazos.
Que Volkov me salvará de un apuro, tanto social, como en el trabajo o personal, osea cuando necesitaba un buen abrazo, se había vuelto bastante común, es mas íbamos casi juntos a trabajar por qué a Volkov “le pillaba de paso".
Los rumores se extendían, ya no solo en la comisaría, si no también fuera de esta, el pobre de la cesta no se entraba de estos, pero el superintendente y el propio ruso si.
@El puto dios.
«Eso son putas calumnias, vete a gastar tus pocas horas de vida en algo que no moleste a la gente.»
@Viktor Volkov.
«Actualmente no estoy en una relación ni lo estaré, y aunque sea así, a ustedes no le importa»
A cada caminar miraban al de la cresta murmurando cosas que emparanoiaban de manera brutal al pobre chico —. Conway me miran en la calle, susurrando al oído, me juzgan y sonrien de manera perversa. Me han amenazado hace unos minutos. Joder es que estoy acostumbrado a que me insisten ¡Pero cuando llevo el uniforme! ¡No de civil! —se abrazo así mismo. Un cuerpo se posicionó tras la silla de Horacio este puso las manos en su respaldo y se inclinó haciendo que Horacio mirase hacia arriba encontrándose con Volkov mirandole, pequeños mechones se escapaban de su perfecto pelo grisáceo.
—¿Usted vive en una piedra? —hablo serio —. Nos acusan de ser pareja.
Conway puso los codos sobre la mesa y apoyo su rostro en sus manos —. No me extraña —susurro alzando las cejas exasperado.
—¿Perdón!? —exclamo confundido bajando la mirada hasta Conway.
—Mira el Twitter gilipollas —el chico saco su teléfono con la carcasa de la bandera del orgullo y fue a Twitter —. ¿Y esto que más da? ¿En qué afecta que...? —pregunto leyendo concentrado los twit's.
—Es un cabron con todos, un policía, para ser concretos comisario, del CNP y CNI, odiado por todos que lo quieren ver caer, ¿Necesitas un puto croquis para entender, anormal?
—Oiga, gracias por la descripción tan bonita y detallada —hablo con sarcasmo inclinándose al teléfono de Horacio observado su pantalla.
@ 🦋H🦋É🦋R🦋O🦋E🦋
«A ver cabrones, no tengo nada con él comisario, dejar de ser cerdos y meteros en vuestra vida, ¿No tenéis madre a la que decepcionar?»
—¡Horacio no ponga eso! —exaltado intentó quitarle el teléfono más este ya le había dado ha enviar.
—¡Libertad de expresión! —se quejo ocultando el teléfono como su tesoro.
De normal el intendente y Volkov no usaban Twitter, pero esto era importante, necesitaban usarlo, si seguían creyendo que Volkov estaba con el de la cresta, irían por Horacio por joder a Volkov y de rebote al intendente, dos por uno.
—Madre mía que gilipollas es —murmuro reteniendo un poco su cabreo, el ruso volvió a su estado serio —. Escúchame mariconetti, vete, vete antes de que me levanté y te de de hostias —a cada palabra el superintendente subía el tono, el chico se levantó de la silla t le sonrió al superintendente.
—A sus órdenes viejo —hizo un saludo militar.
—¿Como le has llamando? —exclamo levantandose del asiento, Horacio sonrió agachándose, ató sus cordones y se volvió a levantar mirándolo.
—Viejo, así te he llamado —dijo unos segundos mirándole a los ojos, al ver la mirada en llamas de Conway y sus intenciones hecho a correr del despacho seguido por Conway y su porra en mano, el ruso suspiro caminando hasta la puerta apoyándose en el lumbral de esta observando a Horacio correr mientras reía como un niño pequeño.
—¡Solo era una broma Conway! ¡Es peor que la gente que no pilla el humor! ¡Se ofende por todo! —grito entrando a una habitación, era donde estaban los productos de limpieza, Conway golpeaba la puerta.
—¡Te voy a matar cabron! —grito.
—¡Eso me dijo la semana pasada! ¡Tomesé las pastillas yayo!
Conway forcejeaba con la puerta, todos sabíamos que mínimo cuatro porrazos Horacio se iba a llevar.
—¿No va ha salvar a su amado? —pregunto Greco cruzándose de brazos.
—De momento no, lo haré cuando se ponga peor la cosa —dijo con tranquilidad observando la situación, Greco apretó los labios evitando una sonrisa, Volkov segundos después de percatarse de todo lo dicho reculó —. ¿¡Qué cojones!? —se pregunto a si mismo sacando la carcajada de Greco.
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Ayer hice una encuesta:
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Pensé que era buena idea para que me preguntaraís cosas que os dieran curiosidad de mi y de cómo irá la historia. Responderé todo así que bro, si quieres pregunta.
