. Capítulo 14.

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(música del evento, ponerla ya, no es necesaria pero es para dar el ambiente que Horacio esta sintiendo.)

Su sonrisa emocionada se fue por el retrete cuando el ascensor paro en el último piso y sus puertas fueron abiertas, música clásica o lo que fuera eso, normalmente escuchaba esa música cuando quería dormir, ¿Acaso le insinuaban que se fuera a dormir? Por qué si era así iría corriendo. Gente con través elegantes y copas de champagne o vino.

—¿Pero que coño es esto? —susurró a Conway con desgana.

—¿Como qué “que coño es esto"? La puta fiesta anormal.

—Oh, ¿Una fiesta de pijamas? ¡No me lo habían notificado! —hablo con sarcasmo. El hombre empujó al chico marchándose de su lado, había llegado al tope de su paciencia desde que había empezado a cantar aquella ridícula canción de la radio —. Vaya puta mierda —susurro con rabia, no recordaba que las fiestas fueran así, aunque también es verdad que iban algo colocados Gustabo y él. Gustabo solía liarla en estas fiestas poniendo la canción que le salía del, como él decían, nabo. Pero ahora todo no era igual, el estaba solo, informal, solo. Bajo la mirada mordiendo su labio inferior replanteandose si irse o no. No encajaba en ese mundo tan...

Los pensamientos negativos fueron interrumpidos por una pequeña palmada en el hombro, alzó su rostro viendo a Greco este le sonreía sin quitar la mano de su espalda —. ¡Viene muy guapo Horacio! —exclamo el barbudo, este poseía un traje negro sin corbata.

—Gracias —le sonrió, desviando la mirada, observando al ruso, este le regaló una pequeña sonrisa, Horacio entre abrió sus labios, el ruso venía con una americana color vino a juego con los pantalones, y una camiseta bajo la americana negra al igual que los zapatos, las gafas que normalmente llevaba se encontraban colgadas del bolsillo, que tenía en el pecho, de la americana, este tenía una mano en el bolsillo sonriendo con tranquilidad —. ¡Esta impresionante! —le sonrió como un niño, sacándole de su tranquilidad poniéndole nervioso.

—¡Gracias Horacio! —hablo con sarcasmo Greco apartando su mano.

Horacio enrojeció pensaba que lo había dicho en su mente, avergonzado bajo el rostro nervioso, esperaba cualquier cosa negativa del ruso —. No tenga envidia Greco —hablo con tranquilidad el ruso sin apartar la mirada del chico nervioso —. Usted destaca mucho, está perfecto —y con eso se dio la vuelta y se marchó, Horacio alzó la mirada observando la espalda del ruso alejarse. Estaba en shock.

—¡Cuidao' hombre! No quiero resbalarse con sus babas —hizo un gesto de asco.

—Que te jodan —dijo cogiendo dos copas de vino de la bandeja de un camarero que pasaba por ahí.

Greco tomo la que Horacio le tendió —. Nah, ahora mismo no me apetece —se encogió de hombros.

Ambos comenzaron ha hablar intentando evitar la odiosa canción de fondo, haciendo el momento más ameno, en ese instante cierto hombre de pelo grisáceo, se acercó con dos copas —. Oh, venía a traerle una pero veo que...

—¿Que? ¡Oh no! ¡Es de...! —miro hacia atrás encontrando a Kylie hablando tranquilamente, la agarró del codo atrayéndola a él asustandola —. Toma Kylie, espero que ya te hallas retocado el maquillaje —sonrio con mirando a la chica tendiéndole la copa de vino, la chica miró a Horacio y luego al ruso.

—Eh... —carraspeo —. Gracias, que haría yo sin usted —le siguió el royo tomando la copa —. Soy amante del vino.

—¿Me alegro? —pregunto confundido teniéndole la copa de Vodka a Horacio —. Tomé para usted, siento haber tardado estaba hablando con Conway.

Horacio emocionado estiró su mano agarrando la copa y llevándola a sus labios bebiendo, sintiendo el sabor fuerte —. ¿Qué le ha traído? —interrogo Greco.

—Vodka —dijo simple el ruso. El chico dejo de beber la amarga bebida y finjio una sonrisa —. ¿No le gusta? —pregunto al verle.

—No, no, me encanta, solo que el primer trago siempre me cuesta. Pero ya sabe me gusta las cosas complicadas, rusas —le guiño el ojo llevando de nuevo el baso a sus labios fingiendo darle un trago.

—Volkob, Greco, necesitamos que vayan con el super, dará un breve discurso para los alumnos —dijo Yuu interrumpiendo las miradas de Horacio y Volkov, estos asintieron.

—Esas indirectas tan directas las ha pillado hasta Conway, que está en el escenario —susurro Greco yéndose detrás de Volkov riendo.

—Siento la encerrona Kylie —susurro con una sonrisa mirándola —. Pero el lado bueno es que ya tienes copa.

—No es nada Horacio —dijo la mujer dejando la copa sobre una bandeja y volvió a mirar a Horacio —. Pero por desgracia no me gusta el alcohol.

La alumna iba con un moño bajo con dos mechones sueltos y un vestido rojo con un corte en la pierna dejando que se viera, iba impresionante.

Horacio no aguanto más y rió junto su compañera y amiga —. Perdón enserio —dijo entre risas.

—Para eso estamos los amigos, para que me haga estás emboscadas —mientras el superintendente daba su discurso Horacio solo miraba a Volkov, estaba con las manos en sus bolsillos del pantalón y Greco solo sonreía a cada persona que escuchaba atentamente —. ¿Le gusta? —susurro.

Horacio sin apartar la mirada susurro —. No Kylie —aseguro bajando la mirada hasta la chica —. Me encanta.

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Y si Supernenas, suelo usar este tipo de canciones para escribir, aun que si quiero escribir algo en plan drama o tensión me pongo rap bien duro.

Un beso.

—N.G.A



Ámame. VOLKACIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora