La Mujer de Severus Snape #Wattys2016

Un Corazón negro

Tercera Parte: Oscuridad

Capítulo 13: Un corazón Negro.

Dolor.

Puro Dolor, eso fue lo primero que Gennovive sintió al abrir los ojos esa mañana, un dolor profundo que le carcomía el alma cada segundo.

Un dolor de tres meses, y nombre de bebé.

Hoy se cumplían Dos meses desde que dio a luz, dos meses desde los cuales se enteró que su bebé que su hija había nacido muerta. Nunca pudo despedirse, Nunca supo lo que era tenerla entre sus brazos.

Y hoy, cuando un peso aplastaba su alma de forma demoledora, punzando contra sus pulmones e impidiéndole respirar lo único que podía hacer era pensar: Pensar en que solo quedaban dos semanas para convertirse en la señora Snape, en dos semanas su vida cambiaría por completo otra vez.

Se acurruco en la cama mientras intentaba ahogar su dolor contra la almohada, sentía tanto frio, tanto frio.

Su cuerpo temblaba por completo de asco, un dolor punzante hacia que su vientre vacío se retorciera, y una quemazón hervía su alma a fuego lento.

Vivía en un mundo horrendo que la hacía ser una chica sucia y astuta, una mujer a los dieciséis años, una madre, y próximamente una esposa.

Las lágrimas quemaban su rostro a sangre  viva al recordar aquella noche en que le entrego lo más preciado que tenía a un hombre cualquiera, al recordar aquel sexo barato que luego la hacía sentirse como una zorra y avergonzarse por completo.

Pequeños espasmos de lo que fue un parto horroroso la atacaban en la noche, el dolor de la perdida, el vacío dentro de ella que habia dejado un bebe muerto. Habia amado y odiado a su hijo con una fuerza demoledora; Pero nunca fue suyo en realidad, algo tan puro, tan perfecto que habia salido de su sucio cuerpo solo le pertenecía al infinito cielo, pero ella le quería, y le necesitaba tanto como respirar.

Sabía que se habia perdido el desayuno, las dos primeras clases y el almuerzo pero simplemente ella no pensaba salir de la cama.

También supo por el insistente ruido que Daniel intentaba en vano entrar al dormitorio de chicas, se apretó más fuerte a sí misma.

Quería morirse en esa cama el día de hoy.

El frio era demasiado fuerte, pero sabía que debía levantarse antes de armar un escándalo.

Con esfuerzo lo hizo, sus huesos se quejaban pero debía pretender ser una chica normal.

Se metió a la ducha aún más helada y dejo que su cuerpo sufriese apropósito, era como castigarse a sí misma, le gustaba infringirse dolor, era como si de alguna manera eso amedrentara la enorme culpa que sentía. Salió media hora después más helada que un cadáver, dejo caer la toalla al suelo y se puso un conjunto azul rey de lencería mientras que decidía que ponerse.

Hoy era el estúpido baile de invierno, y por supuesto estaba obligada a asistir, su pareja: Draco Malfoy por supuesto.

Como era de gala y excesivamente formal decidió ponerse un vestido corte sirena de seda francesa y satén color rosado oscuro, junto a un collar de flores en oro y diamantes junto a unas zapatillas de tacón que iban bien con el collar.

Su cabello lo arreglo hacia atrás en una media cola sostenido con pequeñas flores y serpientes de plata que lo hacían parecer una enredadera en un pequeño arreglo elegante que hacía ver su cabello más prominente y largo de lo que era haciendo que le llegase a las caderas.

Se lavó la cara y la maquillo con suavidad haciendo realce en sus ojos, dejando sus labios con un suave labial rosa.

Tomo su pequeño bolso de mano y puso allí su varita y salió ya tarde al estúpido baile de invierno.