Gennovive Romanov pertenece a una familia de mortifagos Rusa. Toda su vida ha sido planificada, se casará con Jacobbo Smirnof, hijo de uno de los sirvientes del Lord, tendrá hijos y se unirá a la causa cuando el señor Oscuro regrese.
Pero sus plan...
Nina no pudo evitarlo, todos aquellos años de preparación para este momento no le sirvieron de nada... allí estaban ambos de nuevo, treinta y tres años después y parecía que el tiempo no hubiese pasado por sus cuerpos... él, de alguna perversa manera seguía igual que cómo lo conoció: apuesto y peligroso... cuando se conocieron él tenía cincuenta y cuatro años... ella apenas alcanzaba los diecinueve.
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Los Horocruxes no le permitían envejecer, sin embargo ella no podía explicar aquel sentimiento que helaba su sangre... Allí estaba Lord Voldemort frente a ella, con su vida entre sus manos, con el destino del mundo escurriéndose entre sus dedos y Nina no sentía miedo.
Solo podía sentir nostalgia, de ver aquel hombre de nuevo... aquel hombre que se robó su corazón y su amor... todo al mismo tiempo.
Cerró los ojos inconscientemente, y su mente se trasladó de nuevo a 1980, primavera en Hogsmeadge. Incluso ahora podía recordar con nitidez el olor de las flores y el color del cielo aquel día... todo seguía siendo real para ella.
Incluso aquel amor que casi la destroza.
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— ¡Nina!, ¡Joder apúrate! —chillo Hannah Luke, su mejor amiga mientras la arrastraba por las calurosas calles del pueblo, decidida a encontrar las mejores ofertas.
—Sigo sin entender por qué tenemos que hacer esto.
— ¿Por qué? —chillo escandalizada—. ¡Niña pero sí mañana es la apertura de nuestra tienda!, ¡Tenemos que lucir estupendas!
—Pudimos ir simplemente a Londres... te aseguro que nos saldría más barato.
—Sabes que ahora es peligroso... no podemos rodearnos de Muggles y aparecer como si nada aquí.... Ellos están observándonos a todos—susurro Hannah temerosa.
