Preludio de un Final

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Octava Parte: Sombras.

Capítulo 47: Preludio de un Final.


Hostal Victoria, Londres, Febrero 2014.

Agatha Romanov no había vuelto a casa, sabía la clase de guerra que le esperaba allí... no había dormido ni comido nada en absoluto, solo había hecho una cosa desde que salió de su reunión con Severus: Buscar a Renata.

Tenía un plan trazado en su mente, solo necesitaba encontrarla.

Tenerla un rato a solas... y hacerla pedazos.

Lamentablemente para la suerte de Renata, no había sido tan lista al huir... dejo las huellas impregnadas por todos lados, lo suficientemente llamativas cómo para que Agatha encontrara su paradero.

Fue así cómo termino en aquel hostal de mala muerte muggle, frente a la habitación 312, con un bolso viajero colgando en su espalda.

—Alohomora— susurro frente a la perilla, la puerta cedió instantáneamente dejándola pasar.

Si el exterior de ese lugar era horrendo, sin duda las habitaciones eran putrefactas... Renata estaba dormida en la cama asique no estaba consiente de nada... Agatha colgó de la puerta el letrero de no molestar, pasó todos los pestillos e insonorizó la habitación.

Había pagado la cuota de tres días, lo suficiente como para que no vinieran a molestarlas.

Dejo su bolso en la mesa de madera, abrió el cierre revelando la colección de cuchillos y navajas suizas que había comprado, el rollo de cinta y cuerda junto al cloroformo.

Recuerda con diversión el rostro de la chica que se lo vendió... la pobre estaba aterrada, y no era para menos.

Sus sospechas no eran para nada erróneas, hoy Agatha Romanov cometería un asesinato.

Conjuró un hechizo silenciador, tomó el cloroformo y mojó un pañuelo con él, se acercó a la cama con sigilo y lo presiono en el rostro de Renata tan fuerte que la despertó al instante... pesé a los forcejeos de la scib no pudo evitar nada, cayó dormida e indefensa.

Agatha sonrió, todo saldría de acuerdo al plan.

Cuando la mujer despertó entró en pánico... estaba atada a una de las columnas del cuarto, intentó forcejar pero lo único que conseguía era lastimarse ante el fuerte nudo de cuerda, se asustó al verse desnuda allí.

—Veo que por fin despiertas—una voz siseante la hizo saltar del susto... Agatha Romanov estaba frente a ella, toda vestida de negro, traía guantes de látex en las manos y una expresión aterrorizante.

— ¿Vienes a vengarte?, Ya para este punto tú asquerosa hija debe de estar muerta—provocó.

—Oh no... haberla casado con Severus Snape fue la mejor decisión que pudimos haber tomado... ese hombre no dejará que Lord Voldemort le toque ni un cabello.

— ¡Nadie es más inteligente que el señor oscuro! —chillo Renata con vehemencia.

No sabes nada—escupió Agatha divertida—. ¿Acaso no lo sientes?, ¿No lo notas?, Lord Voldemort está a punto de caer.

— ¡Mentira!

—En fin, no estamos aquí para hablar de eso—gruño la morena—. Estoy aquí para hacerte sufrir, para deleitarme con tu muerte—Renata se estremeció—. Hoy será tú último día Renata... morirás siendo olvidada, y quizás si alguien te recuerda solo lo hará cómo la pobre sirvienta envidiosa y lo suficientemente estúpida que traicionó a Agatha Romanov.

La Mujer de Severus Snape #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora