La Habitación

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Quinta Parte: Sangre.

Capítulo 27:La habitación.



Severus no se equivocó cuando dijo que la presencia de esa mujer iba a empeorar las cosas, días después de aquello Cho Chang no aguantó la presión y cantó como un pájaro la ubicación del E.D. Y aunque Genn intentó mantener a Draco alejado de la situación el rubio terminó hasta el fondo... Dolores Umbridge había tomado la dirección de Hogwarts y Dumbledore se había dado a la fuga... el castillo es un desastre, pensó amargada sin poder hacer nada. Ya no podía disimular su embarazo y no podía exponerse ni exponer a su esposo delante de esa bruja.

— ¿No deberías estar estudiando para los TIMO'S? —le preguntó a Hermione mientras ambas caminaban por el gran lago.

—Por increíble que lo parezca... no puedo concentrarme—confesó molesta.

— ¿Qué te perturba? —preguntó Genn.

—Es...—A Hermione no le salían las palabras, pero Gennovive no tuvo que adivinar mucho.

— ¿Un chico? —atajo.

La castaña asintió sonrojada.

—Se supone que no debería gustarme, pero cuando estamos solos simplemente las cosas...—de nuevo se trabo.

— ¿Fluyen? —Hermione asintió. —. ¿De quién estamos hablando específicamente Granger?

—De...George Weasley—confesó Herm por primera vez en voz alta... pero Genn no se asombró ni mostro consternación como la castaña pensó que sería.

— ¿Qué hay de malo con él?

—Nada... es solo que...

—Todo el mundo quiere que te emparejes con la comadreja—adivinó de nuevo.

—Sí, pero Ron es...

—Un imbécil.

—Especial—corrigió Herm—. Es mi amigo, no me gusta, nunca lo ha hecho.

—Entonces solo tienes una solución Granger—Hermione la miró esperando que hablara—. Manda a todo el mundo al diablo y sé feliz—la castaña sonrió, ese había sido el mejor consejo de su vida.

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— ¡Severus! —llamó por quinta vez en la noche Genn.

—Ya voy—repitió cómo un mantra.

—Llevas diciéndome eso desde que llegaste.

—Necesito dejar esto listo para mañana... tengo TIMO'S a primera hora—repitió intentando calmar a su esposa.

Pero ella ignoró todas sus excusas y se sentó sobre sus piernas tapando su campo de visión.

— ¿Podridas por favor venir a dormir de una buena vez? —siseo ella tomando su rostro entre sus manos.

—Genn, solo serán cinco minutos—gruño.

—Severus—advirtió—. Ya lo arreglarás mañana, vamos a dormir—ordenó. Severus no tuvo más remedio que obedecer a su esposa y dejarse arrastrar hasta la cama.

Ya con las velas apagadas y abrazados no pudo contenerse.

—Eres insoportable—susurró haciéndola reír.

La Mujer de Severus Snape #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora