Hogwarts

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Segunda Parte: Dolor

Capítulo 8: Hogwarts

Gennovive se levantó a las seis de la mañana ese día, Daniel ya estaba despierto y la esperaba con las maletas listas. El expreso a Hogwarts salía en media hora y al parecer ya iban retrasados.

Sus padres la esperaban en la puerta listos para despedirse, Frederidge la miraba con algo de envidia, siempre le había envidiado por tener ese nivel de confianza con el Lord. Y su madre le miraba con miedo, con miedo puro.

—Pórtate bien y no levantes sospechas de nada—le dijo Frederidge con frialdad, frialdad a la que estaba acostumbrada Gennovive.

—Lo hare padre, no te preocupes—aseguró con indiferencia.

Su madre la abrazo con fuerza, Gennovive se quedó helada ante ese gesto.

Haz todo lo que el Lord te ordene Gennovive. Y mantén tu oclumancia en práctica... Dumbledore suele ser muy quejumbroso con los alumnos nuevos—le susurro cuando su padre se distrajo.

—Hasta pronto madre—contesto asintiendo.

Daniel tomo las dos maletas y Gennovive le abrazo para desaparecer en el acto.

Al instante estaban en la estación londinense, al frente del muro de piedra.

— ¿Estación 9 3/4?, debe de haber algún error... —decía Daniel confundido.

— ¿Necesitan ayuda? —dijo una voz a sus espaldas, ambos voltearon de inmediato, Gennovive apretó su varita dentro de su bolsillo.

Pero cuando vio al individuo se quedó helada..., asique ese era el famoso niño que vivió.            

—La verdad es que sí—admitió disimulando con bastante soltura y dándole un apretón a Daniel para que lo hiciese también.

—Hay que atravesar la pared, ¿van a Hogwarts? —pregunto el chico con una sonrisa sincera sin saber absolutamente nada de con quien hablaba.

—Sí, es nuestra primera vez—contesto Gennovive con una sonrisa encantadora. ¡Ja!, ¡Le estoy coqueteando a Potter!, se dijo a si misma orgullosa de su astucia.

Daniel la miraba asombrado e indignado a la vez.

—Pero tú no pareces una alumna de primer año—dijo mirándola de arriba abajo sonrojado como una fresa.

Gennovive le sonrió de lado, como agradecía haberse puesto ese vestido negro que se ceñía a todas esas curvas que recién descubría que tenía. El vestido acentuaba mucho su escote, dándole la vista a sus senos que habían crecido tres o cuatro tallas con el embarazo, le llegaba por debajo de las rodillas, era elegante y hacia juego con su capa de gamuza del mismo color.

Traía unos tacones altos de un color verde opaco que hacían resaltar su piel blanca.

Su cabello estaba artísticamente enlazado en una trenza complicada de elaborar que caía de lado, se había maquillado suavemente.

—Me has descubierto—dijo sonrojada—. Estudie en Rusia, pero vengo a hacer un curso especial de medimaga en Hogwarts, él es mi hermano Daniel—dijo presentando al joven a su lado—Él sí viene a su primer año—Harry asintió.

—Bueno, sígueme, te acompañare—dijo Harry haciéndole señas para que hiciera lo mismo que él.

Gennovive y Daniel atravesaron la pared junto con Potter y frente a ellos apareció el aviso mágico que decía ANDEN 9 3/4.

La Mujer de Severus Snape #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora