Sucesos escandalosos y sanguinarios, ocurren al rededor de Levi Ackerman, un hombre un tanto solitario dueño de un hotel a las afueras de un pequeño pueblo europeo, el cual se ve obligado a presenciar cosas inquietantes en su vida.
¿Quien es el cau...
Gracias por tomar mi fic en cuanta para llegar a leerlo, espero de todo corazón que esta historia les sea de su agrado.
Si llegan a votar o comentar en el fic, les agradecería muchísimo y si llega a haber errores ortográficos o algunas faltas, una sincera disculpa... no todo es perfecto en la vida.
// Este fic contendrá temas no aptos para todo público, que van desde muertes hasta relaciones sexuales //
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Cerca de la media noche fue, cuando un acto de magnitud severa y escandaloso fue cometido.
El olor afilado de la sangre se incrustaba muy bien en el olfato de las personas que se encontraban rodeando el lugar.
Las miradas de ahí se dirigían al cuerpo ya frío de una mujer de aproximadamente unos treinta años, la cual, llevaba un par de minutos tendida en el suelo cubierta de su propia sangre, cuando está fue encontrada por su desdichada pareja, la cual sin pensarlo más salió en busca de ayuda, lo que realmente no le funciono de nada ya que esta no contaba con ningún signo vital.
El dueño del hotel se vio descaradamente obligado a la presencia de policías deambulantes por su elegante y muy aseado hotel, el cual era unl de construcción dada a finales del siglo XVI(16) con toque de antigüedad y su magnificencia, y así mismo con algo de modernidad de la actual época del siglo XIX(19) que a la buena vista humana era un hermoso castillo de tres cinco plantas con dos frondosos jardines, los pisos pulidos y relucientes, las paredes sin manchas por humedad y el polvo no era parte de la decoración.
Se sabía que el dueño del lugar detestaba la suciedad y este mandaba al personal encargado a que dejara nítido cada rincón del lugar, el cual despues, el mismo observaba lenta y minuciosamente.
No le gustaba el desorden...
Pero, ver su hotel lleno de policías que iban de izquierda a derecha le daba repulsión, por que además de la agitación severa que le producía jaquecas, los visitantes llenaban de lodo su nitido hall y el piso quedaba embarrado de esa mezcla que el detestaba desde el fondo de su alma.
Si no fuera poco, además de ese dicho asesinato transcurrido unos minutos antes, también hubieron más percanses pasados, las noticias de dichos acontecimientos no llegó a lo oídos de la gente pueblerina lentamente, era gente muy metida en vidas ajenas y asuntos no personales, pero aquéllos siempre tuvieron un mal pensamiento acerca del hombre que vivía en ese castillo el cual se decía que era un mal encarado.
El jamás le dio importancia a este tipo de comentarios, le valia una literal mierda, no necesitaba de esos pueblerinos que cuchichiaban acerca de el.
Desgraciadamente, ahora la gente hablaría aun más, en su hotel estaba aconteciendo cosas que nunca habían ocurrido ahí, llevaba unos seis años custodiando el lugar desde que se lo dejaron de herencia sus abuelos maternos, por casi poco pierde el lugar, y es que el, aunque no lo dijese nunca, amaba ese lugar pues le recordaba su niñes antes de la muerte de su amada madre.
Su unico tío había cuidado de él y a veces visitaba a sus abuelos, que después también fallecieron a causa de un accidente en lo que los dos se vieron afectados y así el hotel se quedo en sus manos, ya que su tío no quería más responsabilidades de las que ya tenia o solo no quería encarcelarse a si mismo en un solo lugar, y a decir en verdad, aúnque su tio no deseara lo que practimanete le tocaba de herencia el no desaprovechó esta oportunidad de tener el lugar y encargarse de él, y lucho por el.
El se sentaba largos ratos con una taza de té negro (Su favorito) a repasar las líneas de un libro, el cual ojeaba y se tragaba con deleite cada palabra escrita ahí, amaba sentarse en el hall, pero algo apartado, ver pasar a niños, adultos o adolecentes por el lugar el cual custodiaba, le gustaba ver esas escenas aunque no profesaba palabra sobre lo mucho que le gustaba ver familias felices ya que el no tuvo eso de pequeño, pero si un niño se cai en medio de la gran sala, no le importaba para nada, no le daba gracia e importancia, porque era algo comun de la vida, era extraño y no por decir que algunos le habían comenzado a llamar vampiro o incluso el gruñon del castillo, pero no le tomó importancia nuevamente al cuchicheo.
¿Talvez al final le agradaba?
Dejo de lado esos recuerdos cuando sus ojos grises azulados vieron pasar el cuerpo ya sin vida, en una camilla de la desfortunada mujer, mientras las miradas se dirigían a el con detenimiento y en otras palabra hasta ¿Asco?
¿Creían que el era el asesino? ¿Tan arrogantes eran?
El hizo caso umiso a eso y trato de distraerse yendo a la cocina y preparase un té, para así calmar su ya ocupada mente, mientras calculaba cuanta cantidad de sangre y lodo debían de limpiar por tercera vez en dos meses.
Se estaba cansando, y si esto seguía asi podría llegar a perder hasta su amado y viejo castillo que el tanto quería conservar.
Dio un suspiro profundo, mientras servía su té favorito en su taza preferida, la cual fue un hermoso regalo, pero, el horrible pensamiento de lo que estás muertes le podrian hacer a la reputación del hotel, o a su misma dignida personal le invadían, no quería perder la oportunidad de seguir ahí, en su viejo pero conservado castillo. Nuevamente suspiro, tomó su taza entre su mano derecha y dio un sorbo a su taza. Para así darse media vuelta y dirigirse al cuerpo oficial y poder entonar conversación con ellos, y también pedirle a sus empleados que limpiran esa sangre de una ves por todas, no quería manchas en su piso.
Camino hasta los oficiales que al parecer lo estaban buscando para entrevistarlo o preguntarle cosas que de una o otra forma no ayudaban realmente al caso, pero por las dudas, ellos querían tener "Todo bajo control"
Uno de los oficiales se le acercaba con cara de pocos amigos, el tomo un sorbo de su taza otra vez trono la lengua para si mismo, prosiguió con lo que que vendría a continuación, lo cual le causaba un tremendo dolor de cabeza que ni con algo de aspirina se le podría marchar.
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