•⊰ 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ⊱•

《 Cap 33: Te amo 》

~

Levi la observo serio, con esa seriedad cuando algo obviamente no le agradaba.

Hange con una sonrisa, le tomo de un brazo y se lo llevo por el pasillo, a su vez el pelinegro le miraba confundido.

-¿Que haces?- Pregunto disgustado.

-Estas celoso.- Afirmó Hange.

Levi rodó los ojos, sabiendo que era cierto, pero...¿Por qué sentir celos?...

~

Ambos llegaron a la habitación, y Zoë cerrando la puerta tras si, después devolviendo la vista a Levi, él cual no le quitaba la propia.

-No sabía que el vendría hoy, pero, ya está aquí, así que por favor Levi- Hizo una mueca desesperada, cruzando sus manos al mismo tiempo.

-Se gentil con el- Pidió más con su mirada que con sus labios.

El Ackerman cruzo sus brazos pensando en la petición.

-No se porque te hace sentir celoso, si tu eres el que me tiene embarazada- Hecho unas risitas y se acerco a él saltándose el cabello. Tomo su mentón y lo alzo.

-Tu eres el que hizo que dejara de odiar la idea del amor y matrimonio.- Le dio un beso corto en la frente. El de cabellos oscuros cerró los ojos, adormecido al suave tacto.

-Eres el que me tomo en sus brazos y me hizo más feliz que nunca.- Beso su nariz esta vez. El mantuvo sus ojos cerrados.

-Y eres, el que me hizo suya, y, ahora eres lo que más deseo.- Beso sus labios.

-¿Me estas seduciendo para que trate bien a ese idiota?- Abrió sus ojos y la miro con sus claras sospechas.

-Porque funciona, cuatro ojos- Acaricio su espalda en busca de los lazos que ataban las telas del vestido.

-¿Funciona?- Pregunto fingiendo inocencia ante sus palabras, mientras le miraba con diversion.

-Tu sabes que si.- Le beso, tomándola sin presión del cuello.

~

Moblit observaba el gran ventanal de su habitación con rostro melancólico, mirando los árboles y sus danzas con el fresco viento, pensando, en lo desgraciado que Levi era, pero Hange lo amaba y se notaba a leguas, así que, pondría su mejor cara cuantas veces el se le cruzara al caminar.

Dio un par de vueltas por toda la habitación acomodando sus trajes y zapatos, puso una libreta de hojas blancas sobre el escritorio y un par de lápices de carbón al lado de este.

Era un buen detective, y casi siempre usaba su don con el arte del retrato a la hora de buscar un criminal, se sentía orgulloso de sus aportes para atrapar a los que rompían las reglas.

Se sentó en la silla del escritorio, pero, a los segundos de haberse sentado, se levantó tomando los útiles con la libreta y salio de la habitación hechando llave, cuando su mano dejó la manija. Sintió el aliento de alguien sobre su cuello, y se giro al ver si se trataba de alguien o alguna broma por parte de Hange, pero, en todo el pasillo solo el se encontraba. Suspiro agotado y tomo de vuelta su camino.

Aquellos ojos verdes le observaron caminar como desvalido. Le hizo gracia.

~

Un gota salina bajo con delicadez sobre su frente hasta llegar a desaparecer por la mejilla, le tomo las piernas con fuerza mientras su cuerpos se unían cada vez más. La castaña mordió su mano izquierda mientras que con la derecha tomaba las sabanas sin intenciones de soltarla, arrugandolas con presión, sus ojos sudados y llorosos vagaban con pesades sobre el rostro del pelinegro hecho un delicioso desorden, con cada envestida, sus cabellos se alzaban y se volvían a pegar con el sudor de su frente, abrió los ojos también lloroso para mirar aquella mujer que gemia su nombre en cortas oraciones, una más profunda que la otra, hasta que ambos sintieron el dilema del placer surgir sobre sus pieles, lo que los hizo terminar casi abrazados con lágrimas pesadas sobre sus pestañas.