•⊰ 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ⊱•

《 Cap 8: Trabajó 》

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El carruaje hizo un chirrido sobre sus engranes, señal de que habían llegado a su destino.

Levi abrió la puerta y se bajó, así volviendo a estirar su brazo para la mujer, ella se levantó entre poco sino pegaría con el techo y tomó el brazo del hombre sintiendo más agarre esta ves, bajo la pequeña grada mirándolo a los ojos.

-No te lo pude decir más temprano, pero hoy te ves bien.- Hange Le miro inquietamente a los ojos, pero Levi dejo su mano para ir por la caja.

Cada que alguien le daba un cumplido ella se inquietaba un poco, en verdad se ponía nerviosa, pero nunca fueron acerca de su vestimenta o de como en realidad se veía, era la primera vez que un hombre la adulaba y realmente le agradaba. A veces habían soquetes como el de más temprano en la cafetería, que querían conquistarla pero a ella le desagradaba esto, y más porque sabia las morbosas intenciones de esos "Caballeros", inútiles que creían que con su labia podrían obtener lo que quisieran cuando quisieran, pero, jamás obtuvieron más que una mirada de muerte por parte de ella y estos jamás volvian a prestarle atención o dirigirle la palabra y esto era mucho mejor así.

Hange recorrió la mirada buscando a Levi, ahí estaba con Farlan hablando entre ellos. Farlan se miraba muy contento mientras Levi solo le daba una mirada sería sin una emoción pasajera.

¿De qué hablarían esos dos?

Levi se volvió a la mujer y camino con su caja en hombro, ella adelanto paso a la puerta de la entrada para abrirla por el y así no tener problema con la pesada caja.

Zoë abrió la puerta esperando que el hombre pasara.

-Gracias Levi...por el cumplido.- Mencionó observandole a sus grices ojos.

-No es nada, es la verdad.- Paso entre ella y la puerta.

-Ademas...- Llamo la atención del pelinegro.

-Tu también te vez bien hoy...- Paso de lado y se adelantó a las gradas, no quería que el notara la gran sonrisa y vergüenza qué enmarcaban su rostro.

Levi quedó en medio del hall observando a la mujer subir al segundo piso, pero...se sentía muy feliz, acababa de resivir un dulce cumplido por parte de una dama. Una muy bonita sonrisa apareció en la comisura de sus labios.

En verdad estos dos parecían dos adolecentes.

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Hange se quito el abrigo y sus guantes y los dejo tirados en la cama, se cambió los botines por los de su trabajo y cuando se llevó su figura al espejo miró su nueva joya reluciente ante la luz solar, le encantaba el colgante. Este tenía una piedra amatista en el centro de un círculo semi ovalado y su cadena era de color platino. Ahora cuidaría mucho esa joya, ese hermoso regalo...

Ya era tiempo de ponerse manos a la obra, su trabajo la llamaba, así que se terminó de arreglar para ello, guardo en un lugar escondido su segunda lupa y la otra en su maletín, se cambió de lentes y ajusto la coleta para hacerse un moño. Cerro la puerta y fue en busca de Levi, ahora tocaría ir por la segunda parte de su trabajo, la habitación donde una joven murió acuchillada por la espalda, según reportes de huéspedes y dictaduras de la policía, la chica se hospedó sola después de un largo viaje, la gente dijo que parecía muy tranquila, respetuosa y bonita, como un angel dijo un joven al que seguramente le atrajo ella, ya que cuando su cuerpo fue cargado del suelo en sangre, el chico se hecho a llorar al piso con el corazón partido con un corte súper fino, se había enamorado y ahora ya no estaría ese angel que le habia encantado y si era una buena mujer y si llegara a tener el perdón de Dios, llegaría a ser un verdadero angel.