•⊰ 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ⊱•

《 Cap 12: Dulzuras 》

~

Después de que Levi terminara sus caricias y besos sobre la detective, se acomodó en el hombro de ella. Antes estuvo frustrado pero ella le había otorgado tranquilidad. Hange le hizo caricias sobre su cuero cabelludo tratándolo con cariño, pensando así mismo en lo que sucedía.

Nunca le había preocupado el no tener pareja, nadie había sido tan allegado como Levi. Sus anteriores parejas solo le había dicho "Me gustas"  y ella correspondía al igual, pero, hasta ese momento se dio cuanta, de cuánta falta le hacía no tener amor en su vida, amor romántico... ella miraba parejas felices y congeniando juntas, pero nunca le dio el pensamiento he importancia de querer eso, hasta ese momento en el que su mente hizo una pausa, se había estado mintiendo tanto tiempo, porque prefería la supuesta soledad, al no querer involucrarse con alguien y dejar su amado trabajo, pero, Levi lo había cambiado todo...

-Hange- La llamo aún arrecostado en el hombro.

-¿Si Levi?- Dijo, aún acariciando la cabellera negra.

-Se mi mujer- Mencionó llegando a acariciando la espalda de la mujer sobre la tela de su camisón.

Las dichosas palabras del Ackerman crearon conmoción en la de lentes pues ya era una petición importante, pero, también ella debía decir algo.

-¿Y tu seras mi hombre?.- Sonrío mirando como este se separaba del hombro hasta llevar su rostro cerca del de ella, y besando la mejilla izquierda llego a aceptar en un susurro sobre este.

~

Cuando unos días habían pasado desde ese día de sus extrañas declaración y noviazgo estos no daban noticias de ser pareja, más cuando había oportunidad se pedía o robaban besos, tanto apasionados como descuidados y algunas caricias llegaban a surgir, parecía adolecentes que no podían estar separados del otro.

Farlan habían empezado a notar ciertas extrañeza en los dos y es que hacían muchas bromas y Levi se notaba más pacífico y tranquilo.

Habían tenido noches en las que Hange iba a la habitación de Levi y el a la de ella para hacerse compañia, pero, una noche todo llegó a una diferente conclusión después de una tarde ajetreada.

La castaña acariciaba el abdomen del hombre mientras se besaban con pasión. El se sentía sofocado, pues un temprana erección ya se presentaba en sus pantalones, Hange mordia con ganas los labios del hombre cuando un pensamiento pícaro vino a ella. Se retiró de su boca.

-¿Que haces?- Jadeo Levi preocupado.

Ella no respondió, sino que fue a cumplir su idea. Descendió a los pectorales de el y los beso con dulzura tornada a placer. Beso sus definidos cuadros y de nuevo a sus pectorales. Los pezones estaban muy sensibles porque cuando ella beso uno de estos Levi ahogadamente gimio, ella sinceramente amo escuchar eso, y procedió a hacerlo de nuevo, beso y tiro de el, paso de uno a otro digustandolos, cuando ya su idea estaba completa regreso a la boca robándole suspiros.

Ahora Levi quería ser el que diera esos pasos y sin permiso alguno empezó a desbotonar su camisa. Hange no se negó y dejo que el siguiera su camino. Después de haber quitado ese estorbo junto a un corsé, lo que encontró fue una maravilla, su ingle pálpito al notar unos hermosos senos de buen tamaño con unos pezones rojizos exaltados ante la excitación. No pensó dos veces y bajo su rostro a uno de ellos, dándole pequeño besos y mordiendo el pezon con ganas mientras con la otra mano acariciaba sin desmedida al otro que estaba solitario, se sentía demasiado bien. Hange gimio debajo de el y cerró los ojos solo pudiendo disfrutar de las sensaciones y la humedad que estaba apareciendo entre sus piernas.

Levi en realidad era el primer hombre que tocaba a la detective, hablando en temas íntimos y el ya lo sabía, lo que lo sorprendió cuando se le conto.