•⊰ 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ⊱•

《 Cap 7. II: Dulce luna 》

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Pasando las felicitaciones y las palabras de los demás. La celebración empezó, con el corte de pastel y la entrega de alimentos. Todos se dispersaron asus mesas y empezaron a platicar de cualquier tema en común o no, mientras los recien casados se disponían a comer y darse delicadas miradas sin que el otro se diera cuenta.

-No se que decir mas qué me siento muy feliz- Hange comentó con vos baja.

Levi la observo de inmediato.

-Y yo por mi parte, estoy feliz de saber que te puedo tener a mi lado, aún más que antes.- Esto causó sonrojo en la de cabellos cafés y después una pequeña risita.

-¿Tanto te preocupes que me pueda ir de tu lado? Tenemos un hijo y además una vida compartida desde antes de Hans.- Hange le guiño sonriente.

En eso una de las aciadoras del hotel le llevó al bebé a la pareja que rápido extendio sus brazos al ver a su madre.

-Hola mi amor- Hange dijo tomando a su retoño.

-Mamá y papá ya se unieron en matrimonio.- El niño observo a su madre como si supiera qué era eso y después escondió su carita sobre el pecho de su madre.

-Parece que alguien tiene hambre.- Lo elevó en los aires.

Algunos de los envitados miraban a la pareja y su hijo, también comentando sobre lo bello que se miraban.

-Nunca creí que Levi podría llegar a tener familia- Dijo una señora sonriendo ante lo que miraba.

-Parecia que quedaría solo toda su vida.- Dijo un señor.

-La verdad es que aún es joven, siempre hubiese encontrado a alguien, el problema es que le tenían miedo.- Dijo una joven.

-Si, aquí, pero esa mujer no, y mira, ahora tienen un bebé muy hermoso y están felices.- Un chico dijo para ir tomando de su vino.

Los mayores miraros a esos jóvenes y después a los recien casados.

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En una oportunidad que Levi fue hablar con Erwin y su esposa, Nanaba se acercó a Hange cuidadosamente.

-Se que mañana se van, pero antes quiero que tengas esto.- La rubia extendio su mano y poso una pequeño frasco de perfume en la mano de Hange.

La castaña observo a la de ojos azules curiosa de que era eso.

Nanaba sonrio y le guiño un ojo.

-Mi regalo especial de bodas, es para esta noche, pon un poco en tu cuerpo cada que desees estar a solas con Levi.- Volvió a guiñar y se marchó al ver que el de cabellos negros se acercaba.

Esto hizo a Hange guardar el frasco rápido.

Riéndose en su interior, sabía que Nanaba no tenía filtró con ella, pero esto daba a decir la inmensa confianza que se tenían.

-Farlan ya reviso el carruaje, y los caballos para el viaje.- Se sentó al lado de su esposa y le beso la mejilla.

Hange sonrió dulcemente por su lindo gesto.

-Me alegro de eso, ya quiero conocer París.- Este le miró dulce.

-Yo ya no la recuerdo mucho la verdad, tengo años que no voy y no pensaba en volver.- Tomo al bebé en su regazo.

-Vine solo de ahi y ahora regresaré con familia.- El hijo observo a su padre con sus grandes ojos cafes.

Hange no comento nada al respecto mas miró a los que la complementaban.