•⊰ 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ⊱•

《 Cap 14: Revelacion 》

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Servia algo de té en una taza blanca, mientras observaba al hombre sentado en el sofá. A un par de sacudidas con una cuchara de plata sobre la cerámica. Camino hacia el con dos tazas y se sentó a su lado, dejando las tazas en la mesita de enfrente.

Tendio una mano y le acaricio el rostro regalándole una sonrisa amable. El se movió de su puesto con apresuransa para acercarse a ella y recostar su cabeza en su hombro.

Hange le acaricio el cabello tornando su vista a el. Tomo una de sus manos sobre la izquierda de ella y comenzo a acariciar y formar líneas con los dedos en pequeñas marcas sobre piel blanquecina.

-Levi.- Susurro cariñosa su nombre.

-Te preparé algo de té.- Adhirió.

-Gracias...- Se acurruco más sobre ella. Las caricias que le ofrecía le tranquilizaban.

Tras minutos de silencio... Levi habló.

-Me disculpo por haber sido brusco en la mañana.- Se apartó de ella encontrados con sus ojos de chocolate ante luz de candil.

"Hermoso" Penso.

-No me debes disculpa, yo insistí a que me contaras.- Agudo su entrecejo.

-Aun así fui idiota, por actuar como si fuese un imbe...- Lo interrumpieron unos labios sobre los suyos.

Acepto el beso acercándose más a ella y tomando sus mejillas. Hange no quería seguir escuchando como se auto insultaba, y además llevaba un rato viendo esos labios. Que mejor que probarlos y hacerlo callar.

-Deja de insultarte cuando no has hecho nada, eres humano y puedes demostrar lo que sientes, no te menosprecies.- Hizo una caricia en su rostro y volvió al té.

Levi tenia inquietudes en corazón. Había llegado a una mujer cariñosa que lo hacía sentir bien en todas formas.

-Esta bien.- Entre dientes murmuró.

-Se helara el té.- Fue y tomo la taza hábilmente.

Hange hecho una risita.

-¿Que?- La observo de reojo.

-Umm...es que a veces me es extraño verte tomar la taza de esa manera jeje- Le sonrio en grande y fue a tomar su taza.

Levi solo tomo un sorbo y se miro la mano, había aprendido a tomar las tazas desde arriba y no de la agarradera, y eso gracias a un accidente de niño.

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Terminando las tazas de té, Levi se arrecosto en las piernas de Hange. El reloj marcaba las nueve y cuarenta de la noche. Ambos estaban en la oficina de Levi, habían tenido un día cansado de sus respectivos trabajos y ahora deseaban descansar de todo ese infernal agotamiento.

-Hange, hay algo que debo decirte-

-¿Que pasa?- Bajo la vista al hombre sobre sus muslos.

-Te he ocultado algo desde que nos conocimos y ahora me has atrapado, no solo con tus palabras, sino con tus besos. Haberte conocido a sido una de las cosas más increíbles que me han pasado, y creo que de las únicas.- Resito serio.

-Bueno, me alegro de como te hago sentir, pero, ¿Que quieres decir con que me ocultas algo?- Levanto amabas cejas invitando a que continuara.

El Ackerman se aclaró la garganta.

-El castillo guarda túneles internos, donde puedes ir por ellos y adentrarse a ciertas habitaciones del entorno o incluso entrar o salir del castillo.- Tras terminar de hablar, Hange no se sorprendió por lo dicho.