《 Cap 20: Mentiroso 》

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-Ya no puedo más..- Menciono en un increíblemente templado y dolido susurro. El hombre a su frente le lanzó una mirada de desaprobación, como era de costumbre.

-No me importa que debes de hacer, solo hazlo o tu querida hermana y sobrino la pagarán.- Se tronó los dedos de ambas manos y miro fijo al hombre que entraba por su puerta barnizada.

-Ya lo encontramos señor.- El hombre sonrió ante la positiva de uno de sus ayudantes más serviciales.

-Eso me alegra.- Avanzo hasta el joven que se encontraba sudando contra el reloj, una gota salada bajo por su cuello provocándole una débil incomodidad en el lugar.

-Hazlo o yo mismo lo hare.- Se retiró del lugar con una amplia sonrisa en su rostro.

-Maldita sea.- Resoplo agarrándose los cabellos con ambas manos intentando que el estrés no se apoderara de si mismo.

Más presión para un nombre el cual tenía un pie sobre la tumba y no se daba la libertad de pensarlo o si lo sabia, pero trataba de no escarbar esa idea.

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-No hemos encontrado a la mujer, detective Zoë...- Tomo un sorbo de su taza de un tono blanco apagado mientras de ella salía el vapor de su té recien hecho.

-Hemos buscado por todo los alrededores del pueblo y no hay una tan sola dama con las características que usted nos ha otorgado o el nombre Lucil.- Hange se mordió internamente el labio inferior tratado de conservar la calma que no era más que una pequeñez en ese momento. Creía que la policía de ahí podría hacer su trabajo bien.

-Con todo el respeto comandante Zacharius, creo que sus hombres no han hecho un buen trabajo.- Mike levanto la vista a la mujer y una ceja se fue en el proceso.

-Mis hombres están haciendo lo posible señorita.- Sorbio un poco y dejo la taza en su platillo.

-Le seré sincero...- Hange se recompuso en su asiento y observó al gran hombre detrás del escritorio de abeto.

-Se que su caso es mortífero y delicado, se necesitan agallas para saber y ver lo que ha pasado en la propiedad del señor Ackerman. Admiro eso de usted. Al ser una dama tiene mucho carácter para ello.- Hange templo la mirada ante lo dicho.

Mike se percató en el cambio del humor de ella.

-Disculpeme, no estoy tratando de cuestionarla o juzgarla, digo lo que veo. Usted es muy inteligente y valiente, tal como el alcalde Erwin apuntó.- Con determinación le regalo una sincera mirada acompañada de una sonrisa.

-Le agradezco por los cumplidos.- Hange le devolvió la sonrisa, y cuestionandose a si misma sobre el alcalde y que habría dicho de ella.

-No sé preocupe detective, mis hombres siguen en la búsqueda de la dama, no nos detendremos hasta saber de quien se trata.

Hange asinsitio.

-Por favor, encuentrenla.- Pidió serena.

Tras un par de minunos de una suave charla, Zoë se levantó del asiento con ligereza alzando la mano al frente para despedirse del comandante.

Mike se puso de pie estrechando la mano de la detective tornando su rostro a uno más serio.

-Haremos lo posible detective.- Recito derechamente.

Ambos se despidieron cordiales.

Hange al cerrar la puerta de la oficina de Mike no dudo en suspirar.

Se elejo de la estación policial para dirigirse al carruaje y asi a la cafetería donde Levi la habia invitado semanas atrás o donde fue su "Primera cita". Si Levi eligiera un lugar de entre todos en el pueblo, su favorito sería esa bendita cafetería que servía un té tan delicioso que no evitabas comprar más.

•⊰ 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ⊱•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora