•⊰ 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬 ⊱•

《 Cap 15: ¿Que? 》

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La sangre espesa se desbordaba como finas gotas recorriendose por todo su rostro y cuerpo, bañando así mismo todo el piso. El la observaba con su corazón que se salía de su pecho. No podía moverse, no podía hablar, ni siquiera respiraba normal. Solo miraba la escena, horrible y desalmada, no podia creerlo para nada.

¿Como pasó? ¿Como? ¿Por qué?

Si hace un par de horas hacían el amor tranquilamente, ella gimiendo su nombre y el jadeando el de ella, cuando se convertían en uno y nada más importaba...

Empezó a llorar postrandoce sobre sus rodillas, sosteniendo su cabeza con sus manos. Las lágrimas no se estancaban.

Su Hange se encontraba traspazada con clavos que se unían y sobresalían sobre su piel y huesos, y la tendía sobre la pared, como viva imagen del crucifijo del señor Jesús, pero, un hacha le habia atravesado el cráneo aturdiendo su cerebro. La vida se le esfumó...

Levi empezó a vomitar y a llorar sin contenerse sobre el suelo ante la vista de aquello.

Grito el nombre de la femina, destrozado entre sollozos, mientras sentía que todo se oscurecia, un ataque a su corazón se aproximaba, pero, un punto de luz sobre el techo lo interrumpió de sus lamentos.  Alzo la vista a tal cosa. Esta aclaro todo el lugar y se lo trago en un santiamén.

Despertó, jadeando como sediento por agua, eufórico. El sudor bañaba todo su rostro, espalda y pecho además que le temblaba el cuerpo entero.

Una maldita pesadilla.

-Mierda...- Cavizbajo mencionó mientras retiraba las perlas saladas de su frente.

Miro a ambos lados buscandl y se acordó que ella no dormiría esa noche con el.

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Habían pasado tres días desde que el le enseño el túnel a ella. Y las entradas a los otros. Inspeccionaron juntos que hasta incluso tuvieron su encuentro sexual en la oscuridad de ese peculiar lugar. No podían estar sin amarse.

Ellos mismos eran sus propias drogas.

Además, se habían ideado para dormir juntos otra vez, por dos noches. Aunque el sueño no era el personaje principal, la pasión era la que ganaba a toda costa.

Levi amaba pasar tiempo con la detective, incluso la acompañaba a sus investigaciones, cuando esta estaba por acabar, se la robaba a besos.

Estaban enamorados. Farlan incluso se burló de Levi por su atracción media obsesiva por la castaña de ojos encantadores y soñadores. El solo sonreía ladino, no le gustaban las bromas en sí, pero, a estas de su hermano ni les ponía cuidad.

Amanecer junto a la cuatro ojos era un regalo y para Hange lo mismo, al no tener experiencia con esas cosas, se le hacía extraño pero amaba enterrar sus dedos en los oscuros cabellos de el y prensar sin cuidado sus labios. Amarlo y ser amada, fuera de la situación sexual o no.

Al pasar los minutos y pensar con cordura. Se puso de pie de inmediato y fue al baño.

Saliendo de este mas rápido que de costumbre, se apresuro a ponerse ropa e ir directamente a ver a su mujer. Estaba preocupado.

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Hange estiraba su cuerpo tras haberse levantado de la cama. Caminaba con los pies descalzos. Buscando en sus cajones un conjunto para el dia.

Estaba un tanto exhausta. Paso casi toda la noche en vela de tanto busca de pistas en el oscuro y lúgubre túnel. Le hubiera encantado que Levi la acompañara, pero de seguro terminaría como la otra vez...ella gimiendo en su hombro mientras la tenía sostenida de las piernas contra la pared de piedra gris, dándole el placer que tanto se reclamaban. Mejor que no estuviera cerca en sus investigaciones, aunque se le hacía difícil, querer verlo y tenerlo cerca era todo lo que su alma deseaba.