Bajo las escaleras para cerrar los ojos y extender los brazos esperando, pasan unos 10 segundos y siento a un pequeño cuerpo tirarse a mi, haciéndonos tambalear abro los ojos mientras impido que caigamos viendo a Raisa, Raisa luce más hermosa que cuando me fui, el amor le sienta muy bien, la aprieto a mí sintiendo un sentimiento tan agradable, cuando nos separamos ella es la primera en hablar.
- Te extrañe tanto Jane estas tan bonita porque no me has venido a ver- le sonrió acariciando su cabeza, mi mejor amiga, mi hermana y alma gemela.
- Tu te vez tan bonita Raisa, mira esas mejillas rellenas, la vida de pecado te luce bien, hablando de pecadores donde esta el senil de mi hermano no creo que te allá dejado venir sola- trato de cambiar el tema cuando veo que va a llorar, ella definitivamente es Raisa.
- Damian ven- dice y el viene caminando como si nada con su máscara de seriedad aunque se que me ama, sonreí con burla, el sabe que lo se.
- Damian ven y abraza a Jane no te quedes ahí parado- el conejo domó al león, Damian es una bestia domada, me rio, cuando camina para abrazarme.
- Anda amargado cursi abrazame o hoy no comerás conejo- el aprieta la mandíbula dándonos un abrazo breve donde me aprieta por un momento.
-Cuídala o me la voy a robar un día antes de la boda- le susurre a lo que el se tenso en el abrazo, me quiero reír el sabe que es cierto.
- Nunca cambias Jane ni intentándolo lo lograras- fuerza una sonrisa mientras que trata de abrazar a Raisa por detrás marcando su territorio a lo que ella lo acepta gustosa, sonrió con burla para luego extender nuevamente mis brazos a lo que ella sin decir nada quita a su futuro esposo para abrazarse a mi, alzo una ceja viéndolo con una sonrisa de lado.
-Buenos vamos a casa debemos de hablar, y ponernos al día- dije caminando al a la salida para subirme al auto, para que luego se suban los pecadores, Raisa todo el camino me hizo platica mientras su futuro esposo quedo a un lado, cuando llegamos a la mansión Tuell, fui recibida por mis padres, a ellos los he visto mas seguido por los negocios, pero a los tortolos no ya que decidieron irse a recorrer el mundo juntos, asco, cuando todo esto termino, Raisa cogió mi mano llevándome corriendo a mi habitación, esto es lo que necesitaba ella es la única persona con la que puedo ser yo, una Tuell no corre por nada, pero me sentí por un momento como niña nuevamente.
-Te vas a casar en menos de una semana- dije aun sin creer esas palabras cuando nos acostamos en mi cama viendo el techo, aun la veo tan pequeña aunque tengamos la misma edad, se que este siempre fue uno de sus sueños, mientras yo soñaba con dirigir el imperio Tuell, cerrar negocios, dinero, fama, juntas, ella siempre soñó con un hogar cálido, una familia junto un hombre que la amara tanto como ella, a su momento no lo entendí e inclusive ahora me cuesta pero se que ella es feliz, hoy en dia las dos cumplimos nuestros sueños y somos mujeres exitosas a su manera, la volteo a ver sonriendo-
-lo se, estoy tan feliz Jane, ¿Tu estas feliz?- asiento, tocándole una mejilla cuando veo una lágrima caer por esta.
-Siempre que tu estés feliz yo seré al menos un poco feliz, sabes mi vida es buena si tu cumples tus sueños- sonríe.
-¿En que momento crecimos tanto?- suspiro preguntándome lo mismo, y aun sigo sin respuesta, crecer da un miedo que es un poco excitante.
-No lo se pero lo que sé es que estamos formando nuestro destino como queremos- asiente.
-Como te ha ido- suspire, que puedo decir.
-Normal- ella rueda los ojos.
-Dilo.
-Me ha ido bien, estoy llena de trabajo, yendo de allá para aca cerrando tratos, creando nuevos rumbos y formando proyectos que mejoran la vista de lo que es una empresa a futuro, ganado socios y manteniendo socios, te digo que hago más de lo que hace ese vago arrogante de tu futuro esposo- sonríe negando.
- Sabes de qué hablo- me pasó una mano por mi cabello llevándolo hacia atras.
-Pues he madurado Raisa, aun me sigue encantando las fiestas, el alcohol, la adrenalina, apostar y todo eso pero ahora tengo mas responsabilidades, no quiero parecer una princesa con cuchara de oro, como muchos en un momento llegaron a pensar, soy una mujer y una Tuell, como tal quiero hacer lo mejor y eso implica trabajar más. Sabes que cerrar bocas y tener la última palabra me encanta, amo mi trabajo porque me apasiona discutir- ella sonríe.
-Esa es mi Jane, pero no te has topado con el me entere de que..- abro los ojos, dejando por un momento de respirar a lo que ella se calla sabe que es un tema que no es delicado pero no quiero que me hable de eso.
-No, pero hablando de eso tengo algo que decirle a Damian, ¿sabes donde podría estar?- dije parándome para dirigirme a la puerta.
- Está en su despacho- a paso apresurado voy hacia allá cuando estoy enfrente de la puerta sin tocar entro, encontrándome a Damian sentado revisando unos papeles.
-Siempre tan educada Jane- asiento, sentándome en la silla frente a él.
-Damian- sabe que de lo que voy a hablar es serio, deja de ver los papeles para mirarme.
-¿Qué ocurre Jane?- cierro por un momento los ojos para mirarlo.
-Invítalo- lo miro seriamente.
-No- sabe de qué estamos hablando.
-Estamos hablando de tu mejor amigo Damian, el que estuvo contigo en las buenas y malas, el tema de el y yo es aparte de ti, además tu sabes que ya me vengue- niega apretando los papeles a tal punto de arrugarlos.
-No, tu eres mi hermana y él te hizo eso Jane, nadie se mete contigo sin importar que- sonrió, se que a él también le dolió pero en parte yo tuve un poco de culpa por no decirle desde el principio.
-Hazlo Damian, por favor Massimo es un hijo de puta y lo nuestro acabó de esa forma pero sigue siendo tu amigo así que lo vas a invitar, porque tu no tienes muchos amigos que digamos y yo no voy a hacer una causa para alejarte de uno de los únicos ¿estamos?- por su oscura mirada tan afilada como la mía veo pasar una ráfaga de preocupación.
-Pero tu- se que le preocupo pero yo ya soy mayor, y se que hacer o no.
-Yo se manejar cualquier problema recuerda con quien hablas, no soy una tonta, nunca cometo el mismo error, así que ya sabes- me levanto del asiento para caminar a la salida, esto es apenas el comienzo.
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JANE
ChickLitDespués de tener una dolorosa ruptura amorosa con el primer hombre que le entregue mi corazón, viendo que todo era mentira descubrí que debes de seguir tu camino sin importarte más que tu, alejarte de tus seres amados para descubrirte, no sigo mi de...