capitulo 29

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Estoy feliz mientras canto las canciones del radio a alto volumen, tiene tiempo que no manejo, casi siempre alguien lo hace por mi, pero hoy no, que se jode el mundo pensé mientras conduzco a una velocidad no muy apta según la ley, tal vez por eso casi no manejo yo. Han pasado unos días desde que Aleister fue a mi oficina y paso lo que tenía que pasar, al parecer cumplió su promesa, no me ha buscado, al principio se sintió extraño no tenerlo persiguiéndome a donde vaya, cada que salía a algún lugar lo buscaba inconscientemente pero nunca lo vi, sonrió, debo de estar feliz por eso ¿no?, probablemente el ya este en Inglaterra, en su casa con su podrida familia, por otro lado Raisa ayer me llamó diciéndome que dentro de cinco días iba a tener una "reunión" especial con toda la familia pues tiene una noticia importante, tal vez sea una tontería como las otras veces que alguno de ellos toma eso de excusa para reunirnos.

Escucho mi teléfono sonar por lo que sin ver quien es contesto, eso de estarme buscando frecuentemente ya se hizo una costumbre.

-Habla- dije al oír un resoplido en la otra línea.

-Jane- la voz rasposa de mi papá se escuchó.

-Hola ¿Qué sucede?, estoy manejando no te puedo atender ahorita- dije tratando de librarme pero solo escuche un suspiro de la otra línea.

-¿Qué? ¿ Estás manejando tu?, sabes lo que podría ocasionar esa acción en ti- exclama alterado, ruedo los ojos, siempre todos son paranoicos cuando yo conduzco como si algo fuera a ocurrir, ya aprendí mi lección después.

-Bueno, eso no importa, estaciónate si no puedes hablar mientras manejas, mejor dicho estaciónate- su voz se escucha severa e intimidante, como si estuviera enfadado, pero yo no he hecho nada malo, creo, como quiera no le hago caso.

-Ya papá ahora si di- dije después de unos segundos.

-Te quiero en diez minutos en la casa- dice sin explicar ni nada, frunzo el ceño, esto es muy raro.

-¿Por qué?- pregunte.

-Porque soy tu papa- claro muy buena respuesta.

-No puedo, estoy muy ocupada y lastimosamente estoy como a una hora de la casa- conteste sabiendo que le estoy mintiendo, pues estoy a cinco minutos la casa queriendo ir a una postreria que se encuentra por ahí a comprar una tarta de durazno.

- En cinco minutos- dice para luego colgar, quito mi vista de la calle bajando un poco mis lentes para ver mi celular asegurándome de que realmente me colgó a mi y debatiéndome entre ir y ver que quiere cumpliendo mi "deber" de buena hija o no ir y soportar reclamos hasta el dia que me muera de el y mi madre, me estaba inclinando por la primera opción pero luego de un chasquido de lengua doble mi camino dirigiéndome a mi dulce y reconfortante hogar.

Estaciono limpiamente para bajarme de mi auto, mientras me quito mis lentes sonrió al ver que no tiene ni un solo rayón para caminar hacia las puertas de mi hogar, cuando entro me dirijo hacia la oficina de papá porque posiblemente ahí se encuentra ahora, toco dos veces antes de entrar. En la niñez aprendí muy bien que debo de tocar cuando entre al lugar donde esté mama o papa si no quiero ver una escena no deseada a mis ojos.

-Pasa- escucho la rasposa voz de mi papá, abrió la puerta con una sonrisa entrando pero esta es inmediatamente borrada cuando dos pares de ojos se centran en mí viéndome de distinta manera, abro un poco la boca.

-Que diablo- un murmullo casi inaudible salió de mi.

-Toma asiento Jane- me dirijo sin ver a ninguno de los dos pero con la cabeza en alto hacia una silla, me siento cruzando mis pierna y alzando mi ceja hacia esta escena tan bizarra, mi papá y el señor Thenny tomando té, el señor Thenny deja la taza a un lado para verme con una sonrisa de superioridad y altanería como si estuviera ganado y le gustara verme tan confundida.

-Y bueno, ¿me puedes explicar qué sucede?- pregunte viendo a mi papa el cual se talla el puente de la nariz para luego verme y negar cerrando los ojos.

- Eso deberías de hacer tu, resulta que este buen joven me vino a decir que tú jugaste con el, ¿Qué rayos pasa?, dice que le endulzaste el oído y jugaste con él, le prometiste muchas cosas que claramente no piensas cumplir, haciendo que se enamorara perdidamente de ti, te propuso matrimonio y aceptaste luego de eso lo citaste y lo emborrachaste haciendo que se tatuaría tu nombre para luego despertar al otro día ultrajado y sin ti a su lado, solo unos billetes al lado de.. una mesa de billar como si fuera un prostituto siendo que es un socio y llevan un convenio muy importante, al otro día te fue a buscar para explicaciones pero tu no lo recibiste y cuando por fin le viste lo demostraste diciéndole que fue solo un juego, como si fueras toda una jugadora, eso no se hace Jane- abro los ojos sin dar razón a lo que escucho, bueno puede que parte de la historia sea cierta pero no toda, veo a Aliester el cual bebe de su taza con una sonrisas tan marcada mientras que sus ojos no se apartan de mi.

-¿Y tu le crees?- pregunte indignada, es mi papá digo.

- Quisiera no hacerlo hay pruebas- me dice entregándome fotos, las fotos que iban a salir en las revistas junto a otras que son aún más comprometedoras, en una sostengo una botella mientras se la vacío en la boca mientras me río a un muy ebrio Aliester, y en otra pues salgo pagando dinero al tatuador, o otras de días anteriores donde nos vemos a los dos sonriendo como si estuviéramos enamorados y casas sacadas de contexto, no me lo creo, despegó la vista de las fotos para ver a Aliester el cual es una cucaracha de dos patas, se cree muy listo.

-Me arrepiento de haberte enviado con el tio Rich- suelta mi papa negando totalmente arrepentido.

-No es lo que parece, no jugué con nadie- le dije, me tiene que creer.

-Yo te creo Jane pero las pruebas y tu pasado no tan pasado no- suspira.

-Arréglalo Jane o sino yo lo arreglare y puede que no te guste, tienes que entender que las personas no son juguetes y puedes vivir haciendo lo que quieras con ellos- quita su vista de mi para ver a Aliester- y señor Thenny disculpe a mi joven hija, yo los dejo hablar calmadamente.

No digo nada viendo como se marcha tocando sus sienes, escucho como cierra la puerta detrás de él, aun estoy confundida.

Veo a Aliester el cual se quita lentamente sus gafas para luego mirarme con una cara de triunfo y felicidad.

-¿Pero cómo?- pregunte, él fue muy listo, nunca me espere que nos estuvieran vigilando y más que él se atreviera hablar con mi padre, digo solo faltaba que dijera que lo embarace, le di dinero y amenace para que abortara. Fue más listo que yo tomándome desprevenida, no puede ser eso, pero lo es,

-Aun te falta mucho por aprender Jane, yo siempre tengo un plan B cariño.

JANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora