capitulo 25

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Muevo mis pies con aburrimiento mientras espero a llegar a mi nuevo hogar momentáneo pues ya acepté el hecho de quedarme en Grecia hasta que esto termine, tal vez nunca debí haber venido nuevamente. He dejado la casa de mis padres pues ya no soporto estar ahí, mi mamá puede ser buena persona pero es muy mandona, tanto que no acepta que yo me rijo por mis propias reglas, eso nos ha causado problemas desde mi adolescencia.

Cuando llego a mi departamento o bueno mi medio departamento pues aquí viví por un tiempo con Raisa, fueron buenos tiempos sino fuera por el vecino acosador que ahora se hace llamar su esposo, patrañas.

Me acuesto pensando que lo único que quiero ahora es dormir, hago una mueca pensando en lo decepcionada que estaría la Jane del pasado en ver que mi día libre solo quiero dormir en vez de ir de fiesta hasta caer en un coma etílico o a un lugar divertido pero lo descarto mientras cierro lo ojos tratando de dormir, hasta una persona con insomnio dormiría como oso después de trabajar como yo lo he hecho esta semana estoy seriamente pensando en ser una mantenida de mis padres y viajar por el mundo disfrutando de lujos pero luego recuerdo lo bien que se siente mandar a las personas y que Damian se quedaría a cargo y se me pasa.

...

Escucho un sonido espantoso porvenir junto de mi a lo que con una mueca abro perezosamente los ojos para ver que es mi celular el que está sonando, suspiro para ver quién llama, cuando veo el nombre del que llama aviento el teléfono a una parte de mi habitación luego de escuchar el sonido de mi teléfono chocando contra el suelo, con una sonrisa en mis labios me acuesto de nuevo tapándome hasta la cabeza pero esa tranquilidad nuevamente adquirida es desechada por el sonido nuevamente, me levanto de mi cama caminando hacia el aparato para recogerlo y sin importarme que tan roto se encuentra contesto la llamada para escuchar esa voz nuevamente.

-¿Qué se te ofrece?- pregunte irritada.

-Escucho que interrumpí algo- dice.

-Si lo hiciste, ahora dime el porque tu llamada- pregunte.

-Quería ver si querías tomarte unos tragos- me lo pensé.

-No- dije.

-No soy mucho de esto pero me lo debes, hazlo por este hombre que se ha sacrificado por ti- cuando dijo eso alzó una ceja, no lo podía creer el buen señor Thynne casi chantajeando con la culpa, me reí esto es nuevo.

-Wow señor Thenny veo que también tiene un lado no muy bueno- me reí.

-Ni te imaginas- ahora si me lo pensé realmente, no quiero deberle nada a ese hombre.

-A las diez en la dirección que te voy a enviar, soy una persona muy puntual si llegas un minuto tarde y me voy- dije viendo en la pantalla quebrada que aún eran las tres.

-¿No sería mejor a las..-- no lo dejó terminar.

- A las diez de la noche, se puntual- dije para luego colgar, busque entre mis contactos su nombre y ahí le envié el lugar donde nos vamos a ver, deje el roto aparato en la mesa de noche para acostarme nuevamente, mi día de paz se ha acabado, pero no quiero deberle nada.. si claro, sin pensar tanto en el asunto me cerré los ojos.

..

-Veo que la puntualidad no es lo suyo- dice el señor cuando llegó a la mesa en el bar donde acordamos.

-¿De qué habla?- pregunte, él sacó su reloj de bolsillo mirándolo, demostrando que es un señor en cuerpo de "joven", tan anticuado, ni siquiera sabía que aún fabricaban esas cosas.

-Llega exactamente treinta y cuatro minutos tarde, fruncí el ceño sacando mi celular viendo que puede que esté en lo cierto.

-Dije a las diez y media- él me sonríe mientras niego divertido.

-Claro- dice dando un trago a su vaso el cual contiene whisky, solo con verlo lo se, que se puede esperar de un hombre que no se divierte, su única diversión es acosar.

-Típico viejo- dije en un susurro él me miró.

-¿Perdón?- dice, tal vez no me escuche.

-Lo perdono- dije sonriendo.

-¿Qué fue lo que dijo antes de eso?- moví la cabeza de un lado a otro como si pensara si decirle o no.

-Que usted es un hombre antiguo, un hambre añejado- dije sin pelos en la lengua mientras lo miraba de arriba a abajo, él me miró con una pizca de indignación.

-¿Por qué lo dices?, ¿tiene eso algo de malo?- se recarga en la mesa viéndome fijamente.

-Dígame quién en estas épocas lleva un reloj de bolsillo y viene a un bar en un traje tan formal con esas mancuernillas brillantes, si quiere que le roben hágalo, pero no lo recomiendo, siempre se sienta tan recto mirando la mayoría del tiempo su alrededor con una cara de póker que parece robot, además apuesto que lo único que toma es Whisky hasta aquí se ve que lo que tiene de elegante lo tiene de aburrido, parece que nació siendo ya adulto- me carcajeo de el, el en lugar de enojarse o irse como cualquier persona normal se rio conmigo.

-Tienes razón Jane, yo nunca me he divertido, ni siquiera en mi juventud fui a una fiesta pues vivía entre pautas muy estrictas, siempre he actuado como robot siguiendo lo que se me inculcó para sobrevivir, pero al carajo con eso- exclama lo ultimo con fuerza haciendo que me sorprenda al parecer el refinador señor Thenny tambien puede decir groserías, sonrió por eso- enseñame- termina de decir.

-¿Perdón?- pregunte.

-Quiero que me enseñes cómo es disfrutar la vida tal y como tu lo hiciste todos esos años, no es muy tarde para divertirnos ¿no?- me dice sonriente a lo que me lo pienso, no soy de enseñarle ese lado de mi a los socios o clientes pero rápidamente llegué a esta conclusión, él es un hombre que no ha sido corrompido y yo soy excelente en eso, además ¿desde cuando yo no vivo esa diversión por estar encerrada entre papeleos y viendo las horribles caras arrugadas de esos viejos verdes?, que puedo perder.

Me siento feliz porque elegí muy bien el lugar de reunión pues aquí pase de mis mejores momentos en el bachillerato a escapadas de mis padres junto con Raisa o sin ella.

-Al carajo- dije para luego levantarme y decir.

-Traigan los dos tarros de cerveza más grandes que haya y yo invito la primera ronda de todos los presentes, a disfrutar gente que hoy se vive- cuando termine todos exclamaron con gritos mientras festejaban por su bebida gratis, mire a Aleister con una sonrisa.

-Hoy la vas a vivir Aleister, por hoy no eres más un añejado, recuerda que no se te pierda la cartera.

JANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora