-No quiero- dije viendo los anillos en mis dedos.
-Vamos Jane, solo esta vez, a ti te gusta ir desde adolescente- frunzo el ceño para luego reir.
-A mi nunca me a gustado ir y menos antes, algo que no tuviera la palabra diversión, alcohol o sexo antes no era algo que recurriera por diversión, así que la respuesta es no- llevamos varios minutos hablando de esto, o amas bien Raisa me esta tratando de convencer a asistir a esa estúpida subasta de recaudación para algo que no se ni me interesa.
-Si no lo haces por mi hazlo por la salud de las personas, el sector de salud es importante- achiqué los ojos mirándola.
-Raisa no se si sabes pero si a mi me interesara tanto el sector salud donaría principalmente a ellos y abriría yo misma recaudaciones anuales, no les voy a dar mi dinero a esos malversadores que lo más probable es que se queden con la mitad de lo recaudado solo para verme bien en las cámaras, no lo necesito ya todos me aman y no quiero ver las arrugadas caras de los participantes- hago una mueca y ella suspira.
-Vamos solo esta vez, es la última lo prometo que si no fuera algo importante no te lo pediría- la miro de arriba a abajo para luego bufar, eso me dijo el otro día también, pero para excusar a su esposo.
-¿Y qué es eso tan importante?, si se puede saber claro- me crucé de brazos viendo como ella juega con sus dedos nerviosa, algo oculta y ella nunca me oculta nada, siempre termina diciéndomelo.
-Nada importante- dice sonriendo viendo pero no a los ojos, sonrío.
-No voy- dije.
-Dale Jane, solo esta vez- negué chasqueando la lengua.
-No si no me dices- ella suspira resignada.
-Es una sorpresa y no quiero que nadie se entere aun, ni Damián lo sabe, solo este favor y ya, pero si no quieres esta bien, te entiendo estás muy ocupada- me ve tristemente para dirigirse a la puerta a paso lento y encorvada, lleve la vista a los papeles en mi escritorio leyéndolos pero sin poner atención, cuando Raisa abre la puerta maldigo.
-Si voy- ella se gira sabiendo que ha ganado, sonríe y corre a mi para lanzarse a mis brazos, no me gusta que haga eso siempre termino adolorida pero aun así la envuelvo con mis brazos, ella toma mi cara para besarme en toda esta, hago una mueca me esta dejando toda su saliva, la alejo de mi limpiándome la cara de su saliva con mi manga.
-Tranquila, si me das un beso mas me voy a retractar- ella asiente bajándose de mi aun sonriente, parece que esa felicidad nunca se le va.
-Te quiero mucho Jane, eres la mejor persona que conozco- asiento estando de acuerdo.
-Lo sé, lo sé, ahora vete, me interrumpes en el trabajo, ademas tu tambien debes de trabajar- ella asiente dirigiéndose a la puerta, no se que esta haciendo pero tarde o temprano lo averiguare, por lo mientras que se divierta, en lo que yo veo a esos viejos verdes con dientes falsos despilfarrar dinero comprando productos que ni siquiera utilizaran por "caridad", caridad mis cojones.
-bueno, sigamos- me dije a mi misma para seguir tecleando.
....
-Es bueno verla señorita Tuell, tan elegante y hermosa como siempre- besa mi mano embarrando su saliva en mi guante el horrible señor Bernard, un hombre tan rico como viejo y pervertido, cambia de esposa cada año y cada vez son más jóvenes.
-Gracias señor Bernard- dije forzando una sonrisa retirando mi mano disimuladamente, el muestra sus dientes amarillos de esa tan cara arrugada como pasa mirándome con esos ojos que me dan asco como me ven, no soy de juzgar aspectos pero cuando veo esos viejos no puedo evitarlo.
-Solo dime Arcadio, una señorita tan guapa como tu tiene ese derecho- hasta el nombre es feo, pensé.
- Es un gran honor. Bueno veo que está muy ocupado señor Bernard, que tenga buena noche- dije yéndome de ahí para cuando me di la vuelta borrar mi sonrisa, quiero llegar a un camarero, necesito una copa urgente.
-Jane- escuchó mi nombre y cuando volteo abro los ojos con sorpresa, esto apenas empieza y ya es malo pienso al ver ese hombre tan sonriente queriendo acercarse a mí, tiene años que no lo veo y no me da gusto en lo mínimo, Alessio es un hombre que hace diez me parecía espléndido, muy hermoso y maduro pero ahora solo veo a un viejo pedófilo que a sus veintisiete se acostó con una joven Jane de dieciséis años, no me arrepiento pero no lo volvería a hacer si volviera al pasado pues con los años aprendí que no porque una niña sepa imitar a una mujer significa que este lista para hacer lo que una mujer hace, lastima. Cuando está cerca de mí me doy la vuelta, sinceramente estoy muy sobria para aguantar insinuaciones muy claras o recuerdos del pasado que ni siquiera recuerdo bien, pero como soy seguramente el sueña con ello todas las noches.
Doy pasos para llegar al camarero que lleva esas copas de champagne pero cuando casi llego siento como alguien me toma del antebrazos desde atrás haciéndome detener mis pasos, frunzo el ceño, cómo alguien se atreve a no respetar mi espacio tocándome como se le dé la gana sin mi permiso.
-Suéltame- dije con voz gélida pero calmada sin ver hacia atrás, no me interesa.
-Nuca cambias, te extrañe- volteo para verlo, esto en vez de una recaudación para la población parece una Reunión de joder a Jane, ojala y te de hipo donde sea que estés Raisa, ojala.
-Hola Massimo.
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JANE
ChickLitDespués de tener una dolorosa ruptura amorosa con el primer hombre que le entregue mi corazón, viendo que todo era mentira descubrí que debes de seguir tu camino sin importarte más que tu, alejarte de tus seres amados para descubrirte, no sigo mi de...