-No puedo hacerlo- dije por segunda vez de los más asustada.
- Señorita Tuell, la señora Rasia pide su precencia- negué con miedo.
-Ni de coña- no iba a entrar a ese cuarto donde Raisa va a dar a luz para estar junto a ella cuando lo haga, no porque no quiera sino porque me aterra ver como sale un bebé por la vagina de mi mejor amiga además de otras cosas, en mi vida he presenciado cosas terribles pero nada como esto y menos cuando una noche antes he visto junto a Aleiste vídeos de como nacen los bebés, vídeos que no quiero precensiar en vivo.
-Si decide cambiar de opinión puede entrar- se retira la enfermera dejándome de lo más indecisa porque este ataque de nervios me ha dado cuando ya hasta estoy vestida para poder entrar, tengo la opción de quedarme fuera por mi salud mental y no ver imágenes traumatizantes pero recibir toda mi vida reproches más reclamos o entrar y admirar el milagro de la vida para luego pegarme un tiro.
-Elige lo que quieras- escuche la voz de Aleister darme ánimos.
-¿si elijo entrar me ayudarías a suicidarme?- niega de lo más divertido.
-no, pero si te abrazarla si tienes alguna pesadilla por los sucesos próximos- no ayuda de nada.
-No es tan malo- trata de animarme.
- le va a salir a mi mejor amiga un bebé de aproximadamente treinta y cinco centímetros que su circunferencia es mas que la de un puño por la vajina a mi amiga sin contar la placenta y otros fluidos mientras grita por clemencia- el quita su sonrisa de inmediato viendose también asustado.
-No entres- concluye y yo asiento queriendo quitarme el cubrebocas pero al oír un grito de Raisa me detengo.
disculpa señorita Tuell pero la Señora Raisa pide su precensia- iba a negarme pero al oír otro grito maldigo por la division que tomaré.
- Vamos- me dirijo dentro de la cabina donde Raisa está recibiendo al natural en una tipo Tina llena de agua a mi sobrino cosa que ella pidió. Raisa al verme me sonríe para seguir pujando mientras los doctores la alientan.
- viniste- tome su mano viendo el escenario y agradecibque eligiera esta forma de tener a su bebé así no tengo que ver del todo.
-Nunca te dejaria- y así con todo el dolor del mundo vi el milagro de la vida en full HD mientras que me apartaba un poco de Raisa cuando comenzó lo más difícil dejando que torturara a su esposo apretandole la mano hasta casi rompercela haciendo que Damián hiciera una que otra mueca de dolor pero rápido desaparecían para mostrar fuerza para su esposa, yo por mi parte no sabia ni que hacer pues no quería mirar para abajo y si miraba para arriba veía a Raisa sufrir, así paso todo hasta que el bebé nació.
Cuando estaban instalando a Raisa en una habitación y a su bebé en una incubadora mientras su esposo inspecciona todo yo me quedé afuera en los pasillos tomando aire y deseando un cigarrillo.
-¿cómo fue todo?- se recarga junto a mi Aleister, lo miré de reojo agotada y eso que yo no fui la que dio a luz, aunque el parto duró poco yo sentí que estuve ahí dentro días.
-Tengo que ir con el psicólogo- siento como sabía mi espalda.
-Debiste ya ir con el psicólogo ya hace mucho- golpee su brazo al oírlo reír.
-Por sino lo sabes voy de vez en cuando- confece.
-¿Quieres ir a por un café?- asentí gustandome la idea así que time su mano mientras caminábamos a la cafetería del hospital.
-¿te sientes mejor?- pregunta cuando doy el primer sorbo al café buen cargado.
- mucho- conteste, me sentía tranquila al recordar la cara del recién nacido y mi alivio cuando el doctor dijo que estaba muy sano, claro si era un Tuell.
-Vele al lado bueno, ahora tu hermano tendrá que desvelarse cambiando pañales y tranquilizando al bebé en la madrugada además de que no podrá hacer nada con su esposa por los próximos cuarenta dias- me reí al imaginarme a Damián todo vomitado, con ojeras y cambiando al bebe en la madrugada, era una imagen digna de recordar.
-Me gustaría verlo- seguir tomando café mientras hablaba con Aleister, cuando paso como una hora decidimos ir a ver a la familia feliz, al llegar a la habitación nos topamos con una hermosa imagen, Raisa cargaba entre sus brazos a un bebé ya cambiado mientras que mi hermano la abrazaba y acariciaba delicadamente la pequeña cabeza del recién nacido.
-Sentimos interrumpir pero queremos ver al bebe- Raisa nos miro y sonrio pero yo se que esta sin energía alguna.
-Un gusto- me acerque y vi a la cosita más preciosa que mis ojos hayan visto, estaba todo arrugado con sus ojos cerrados he hinchados, su color era un poco rojo, era tan diminuto que sentía que se podía dañar a cualquier toque.
-¿Cual es su género?- pregunto Aleister, sabía que se me había pasado decirle eso.
-Es una sana niña- habla Raisa, me acerque mucho más hasta estar junto a Raisa. Justo días antes corte mis uñas y las despinte esperando este día, se que no le hace algún daño al bebé pero quería prevenir como también antes de entrar en la habitación lave mis manos muy bien por lo que con lentitud estire mi mano queriéndola tocar pero de detuve.
-Vamos hazlo- me alento Raisa y cuando mi mano toco su pequeña espalda bien cubierta, al sentir ese calor que desprendía me quede de lo más fascinado con esa cosita, era tan linda que no podía sacar la vista de ella.
- Ya supieron como la llamaran- pregunte sin alejar mi vista de la pequeña criatura.
-Lo pensamos y eligimos juntos que se llamara Jane como su tia- cuando soltó esas palabras Alce mi vista mirándola anonadada, no podía ser cierto.
-si es broma no es una buena broma- Raisa negó mientras sonreía.
- no es broma, hemos tomado la decisión que se llamara como la mujer más fuerte que conozco, mi mejor amiga y la persona que la criara si algún día faltamos Damián y yo- sentí como una lágrima resbalan por mi ojos de la emoción, mi primer sobrina se llamara igual que yo.
-Es un placer que lleve mi nombre- me sentía feliz.
-que bueno que te gustara, ya estaba ansiosa por confesartelo.
-Sera igual que yo- comente riendo.
- Dios nos libre- murmura Damián.
-¿cómo lo convensiste?- le pregunté a Raisa, porque dudó que Damian haya dado la idea o siquiera estar de acuerdo a la primera.
-Tengo mis metodos- me guiño el ojos.
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JANE
ChickLitDespués de tener una dolorosa ruptura amorosa con el primer hombre que le entregue mi corazón, viendo que todo era mentira descubrí que debes de seguir tu camino sin importarte más que tu, alejarte de tus seres amados para descubrirte, no sigo mi de...