capitulo 20

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Sonrei con frustración aun sin creerlo, maldigo a Damian pensando en lo aprovechados que se han vuelto esa pareja sinvergüenza con este viaje tomándome de su empleada, Damian le mete ideas malas en la cabeza a la que era antes una inocente Raisa para convencerme hacer el trabajo que es de él aprovechándose de mi visita alargada y ahora me encuentro a punto de ver uno de los proyectos del año, se planea su uso para un mejor trabajo mejor y pensado para la comodidad de los empleados de una empresa perteneciente a el imperio Tuell un proyecto que se planea en un futuro si tiene un bien resultado establecer en toda empresa perteneciente a los Tuell. Tengo que inspeccionar el resultado, un trabajo que podría hacer cualquiera que no sea yo necesariamente pero como mañana va hacer la presentación al público, yo tengo que verla primeramente, pero por cierto esto era trabajo del gran Damian Tuell, un flojo sin remedio, ahora extraño los momentos donde era muy estricto y todo lo quería mantener bajo su control, qué tiempos.

-Mucho gusto que nos acompañe hoy señorita Tuell, un gusto conocerla- hace una reverencia ella y otra empleada para recibirme en la puerta asiento a su gesto.

-Muéstrame el camino- digo haciendo resonar mis tacones a cada paso cuando ellas comienzan a señalarme donde están los demás esperando para la demostración y ideas del lugar, miro el lugar cuando mi mirada se detiene en varias señoritas lejos de mi arreglándose el escote y subiendo un poco su falda disimuladamente, al parecer me están dirigiendo hacia ellas pensé cuando estamos a unos pasos de distancia, ellas mantienen su mira al frente, cuando nos voltean se sorprendieron pero lo disimularon muy bien.

-¿No vino el señor Tuell?- pregunto una a otra en voz baja pero lo escuche, probablemente estén hablando de mi recién casado hermano, levanto mi ceja, ni siquiera se presentaron o se inclinaron como saludo, ¿Qué es esto?, ¿pasantes?,

- ¿Acaso lo ven aquí?- pregunté a lo que la que preguntó dio un pequeño saltito en su lugar para poner expresiones de nervios.

- Se nos avisó que él venía a ver el proyecto- alzó una ceja, tiene el descaro de hablar altaneramente, a mi, la encargada que se encuentra junto a mi la quiere reprender pero hablo yo primero.

-¿Acaso yo tengo que responder tus dudas?, van a hacer su trabajo o solo me están haciendo perder mi tiempo hablando de cosas que no les importan, sinceramente me decepcionan- mire a la encargada la cual está muy apenada, no me agrada nada esto, esto es una empresa seria, no se aceptan equivocaciones, preguntas estúpidas o insinuaciones, al menos no en mi presencia.

-Lo sentimos señorita Tuell- se inclina la encargada a lo que las otras después de escuchar mi apellido hacen lo mismo rápidamente, sonrió, me satisface hacer eso con las personas.

-Continuemos- dije aun seria, pero en el interior sonriendo viendo como quedo este lugar, al parecer fue una buena idea, cada paso que doy me siento más complacida, esto hará aún mas reconocida las instalaciones, además de que nos bajaremos más de las mareas rojas en lo que respecta al cuidado de los empleado, me siento feliz de haber venido, cuando hemos recorrido la mayoría de las instalaciones recibo una llamada de un número desconocido, me alejo del grupo para responder.

-Jane Tuell- digo.

-Bonito nombre- escucho esa grave voz.

-Señor Thynne, un gusto escucharlo mejor- dije, a lo que él hace ruidos con su boca de negación.

-Recuerda que ya nos llamamos por nuestros nombres así que dilo- fruncí el ceño con una sonrisa, acaso los medicamentos hace que alucine.

-No recuerdo eso- se que esta sonriendo ahora.

-Recuerda que en el hospital me tuteaste primero, por lo que la regla de la formalidad se ha roto permanentemente- me reí.

-¿Así, según quien?- dije burlonamente.

-Según las reglas que pusimos- yo recuerdo que las puso él, no yo.

-Muy bien, tiene el honor de decir mi nombre- dije.

-Muy bien Jane tú también lo tienes- dice.

-Yo siempre lo tuve pero como ahora no lo quiero usar, me gusta mas como suena su apellido, pero quitaré lo formal- escucho su risa.

- No esperaba otra cosa, muy bien Jane. ¿Quieres que pase por ti y vayamos a un lugar- eso no va a suceder.

-Recuerde señor Thynne que tienes que descansar, apenas van dos días desde que tomaste veneno, es más aún deberías estar hospitalizado- conteste.

-¿Estás preocupada?- pregunta, me rio.

-Te equivocas, yo soy una persona muy considerada, deberías saberlo- escucho su carcajada a lo que me rio tambien.

-¿Ese es un no?- pregunta.

-Es un no- afirmo- pero en el futuro puede que yo lo lleve a algún lugar- colgué antes de que diga algo sonriendo, es un iluso, camino hacia los demás para seguir el recorrido, hoy sera un día muy ajetreado. 

JANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora