capitulo 54

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-Yo te conozco y sé que nunca me dañarias, no te atreverías porque me amas, nuestro amor es verdadero, somos el uno para el otro ya que yo quemaría el mundo solo con una palabra tuya y tu por eso me deseas. Tu me amas- me esta cansando su habladuría y su sonrisa tan estúpida, pareciera como si él se creyera totalmente todo lo que dice y estuviera cien por ciento seguro de todo, cuando el va a empezar a hablar nuevamente se escucha una risa muy haciendo eco por todo el lugar, voltee a ver de quien provenía topándome con Aleister que está atento a todo en su silla que se encuentra en la esquina, parece que está disfrutando una función en primera fila.

-Callate o vete- dije entre dientes, Aleister solo se encogió de hombros callando y alzando las manos en son de paz, voltee mi cabeza nuevamente al hombre amarrado.

-¿Quién es el?, ¿acaso es otro hombre con el que te diviertes?, desde que llegaste a Grecia te la has pasado con el, contesta- gritó lo último sobresaltado pero ni aun así hace que mi mirar tiemble, Aleister se levanta de la silla tratando de decir algo pero yo alzo una mano haciendo que se detenga, ni es su asunto.

-Que te importa- contestó sin titubear.

-Me importa porque te amo, eres mía y no puedes estar con otro hombre.

-Tu no me amas no seas ridículo, eso se lo puedes decir a una niña crédula y te lo creerá pero a mi no, yo se que es el amor y el amor no daña, el amor se construye, esta porquería de sentimientos no es amor y si lo fuera no lo quiero- en negó tratando nuevamente de zafarse. Es cierto él solo está obsesionado con una idea irreal mía que desea y pide algo que yo nunca le voy a poder dar a él ni a nadie, el cambio, no quiero cambiar como soy por otros ni ser sumisa como una muñeca o de adorno como una flor.

-Es mentira, mientes, no conoces mis sentimientos si nos lo proponemos podemos ser felices, tener una vida juntos la vida que he planeado contigo- chasquee la lengua al ver su desesperación es imposible hablar con alguien que está en ese estado.

-Es fácil que te guste algo que no es real- termine de decir lo que tenía que decir con eso.

-Aunque tu no lo quieras eres mía y nunca me rendiré. Lo oyes, nunca me rendiré y te perseguiré por siempre hasta que me aceptes y hasta que muera tu serás mía- mire mis uñas con desinterés, he tratado con estúpidos como él a lo largo de mi vida así que sé que nunca se rendirá sin conseguir lo que quiera, a menos que yo le de un alto. Me senté esperando.

-Señorita Tuell, ya está listo, tal y como lo ordenó- habla una voz femenina desde afuera, aplaudí felizmente levantándome de mi asiento.

-Puedes pasar- veo a mi secretaria entrar con un iPad entre manos.

-Aquí se puede ver el desplome masivo a tiempo real como usted lo pidió- me pasa el iPad explicando brevemente.

-Buen trabajo, puedes retirarte- ella asiente marchándose por donde vino, mire brevemente la pantalla y sonreí porque todo marcha tal y como quiero, mire a Ciaran y proseguí a hablar.

-Yo quería ser piadosa por una vez en mi vida pero al ver que no te vas a rendir tuve que tomar unas medidas preventivas- él ni se lo imagina.

-¿Me vas a matar o torturar?- pregunta sin miedo pues piensa que soy incapaz de herirlo.

-No, ¿Qué clase de monstruo crees que soy ?- lo mire como si sus palabras me hirieron- No me gusta matar ni torturar personas, no me malentiendas que no lo hago por misericordiosa, más bien es porque pienso que unos minutos de gozo para mi y sufrimiento de los demás no es suficiente castigo y tu mereces sufrir mucho- relamí mis labios y sonrió dichosa mientras le daba vuelta al iPad mostrándole la pantalla.

JANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora