JANE

capitulo 48

Mi hermosa y seductora Adelfa, hoy por fin he logrado acercarme un poco más a ti. Cuando por accidente se te cayeron los libros, estaba tan enardecido viéndote tan tranquila mientras recogías tus pertenencias que ni siquiera te percataste de tu alrededor como la mayoría de las veces. Me acerque a ti mientras secaba el sudor de mis manos en mi pantalón, en tanto mi mente creaba escenarios ficticios donde tu eras la única protagonista, me aborrezco a mi mismo por confesar que la mayoría de esos escenarios eran lascivos. Puede parecerte absurdo pero cuando te entregue tu libreta y nuestras manos se rozaron por unos escasos segundos juro que me sentí tan dichoso pero una parte de mi se sentía insatisfecho que la furia se apodera de mi en lo que escribo esta carta de solo pensarlo, quería cogerte de la mano y llevarte a un lugar donde nadie más que yo pudiese apreciar como floreces y esa sensación creció aún más cuando me sonreíste como agradecimiento para luego marcharte sin siquiera verme una segunda vez, quería ir tras de ti y oír como pronunciabas mi nombre con esa sensualidad y gracia que solo tu y nadie mas que tu tiene, puede que nunca leas esto y si lo lees pues parecerte un poco extraño pero te adoro, te amo tanto mi agraciada adelfa que no le temo a tu veneno, es mas, eso me atrae tanto que quiero enredarme en ti por la eternidad, ser lo que cause tu placer como tambien el que solo vean esos ojos negros, deseo enredar mis manos en tu hermoso caballo rubio pero tal vez aun no soy lo suficiente digno para probar tu néctar pero aun así soy codicioso.

Florece con gracia mi Adelfa, muy pronto mía.

Únicamente tuyo C.T.

...

Camino a paso apresurado a la oficina de mi padre donde posiblemente esté mi hermano con las dos cartas que encontré y el álbum de la universidad.

-Cálmate Jane, te puedes caer- escucho la voz de Raisa tras de mí pero no le hago caso, cuando me encuentro frente a la puerta detengo las cosas entre mis piernas para poder abrirla, ya abierta entro y sonrió aun mas cuando veo a Damian ahí sentado, es tan predecible, levanta la cabeza viéndome pero luego aleja su mirada a otro punto, volteo aun sabiendo quien es.

-Raisa espérame afuera por favor- habla Damian cuando ella trató de dar un paso más hacia adentro, ella me ve desconcertada y tal vez un poco enojada.

-No, estoy harta de obedecerlos, ya basta de ocultar cosas y secretear entre ustedes- se acerca más al escritorio, con las manos empuñadas y la respiración irregular.

-No Raisa eso..- Es interrumpido por las palabras de su esposa.

- estoy harta de que tu hables por teléfono dando órdenes a quien sabe quien cuando crees que estoy dormida, cuando estoy despierta se alejas para que no escuche o cuando revisas papeles los ocultas cuando me acerco y tu Jane estoy harta de que me mientas ocultando las verdaderas razones de tus acciones, estoy harta de que siempre me manden fuera cuando es algo importante, es como si no confiaran nunca en mi para lo que consideran de importancia, me tratan como una tonta que cree en sus mentiras, estoy embrazada pero no enferme y mucho menos soy estúpida- explota de repente veo como su cara se pone de un color rojo dirigiéndose a los dos, veo como Damián baja la cabeza apenado, los gritos de Raisa se escuchan por todas partes pero sus palabras resuenan en mi cabeza.

Dejando de lado lo descubierto me siento avergonzada, puede que tenga razón a decir verdad la tiene pero no del todo, yo siempre la alejo de estos problemas para no dañarla con mis estupideces, ella no lo merece y se que Damian piensa lo mismo, pero me duele hacer sentir inservible a Raisa cuando no lo es, la alejamos y mentimos en parte de nuestras vidas para no exponerla solo por estar a nuestro lado, eso inclusive antes de estar embarazada siempre ha sido.

-Lo siento Raisa pero..- trato de acercarme a ella pero me esquiva viéndose completamente diferente de hace unos minutos, se ve dolida y a la vez decepcionada.

-Lo creo de Damian pero eres tú Jane la que mas me oculta verdades,  eres como mi hermana y siempre hemos estado juntas, siempre, pero aun así no me crees lo suficiente capaz de afrontar los problemas como para involucrarme, tu me conoces mas que nadie y así debe de ser pero yo siento que no conozco parte de ti- negué acercándome a ella pero Raisa solo retrocede.

-Perdón Raisa pero no puedo arriesgarte por algo en lo que no estas implicada- la voz de Damian suena en la habitación haciendo que lo voltee a ver esta con un semblante serio a un lado del escritorio.

-Te equivocas, si lo estoy, desde el momento en el que firme estos papeles me convertí en su familia, una Tuell y no permitiré que me excluyan cuando les conviene- se ve decidida mirando a su esposo, muerdo mi labio sintiéndome culpable un poco porque esto no hubiera sucedido si le hubiera prohibido a Damian involucrarse en mis problemas, cerré los ojos por un momento tratando de mantener mi semblante incomprensible,

-Basta de peleas. Si tienes razón Raisa, te hemos ocultado cosas en este corto tiempo, pero eso fue porque yo le dije a Damian que no te lo dijera para que no te preocuparas de mas y si tienes razon en que te he ocultado sucesos de mi vida pero fue para que no te involucraras y salieras dañada, no soy una buena persona como crees y eso lo debes de saber bien desde ahora, he cometido actos que no están bien vistos por la justicia ni por la moralidad de varios, como también que mi familia no tiene las manos del todo limpias, con tanto poder vienen las consecuencias y yo las afronto a mi manera, sola, pero esto queda aquí, sin secretos. Te contare la verdad mas tarde pero este  es mi problema y así yo lo arreglare sola. Damian estás fuera, luego hablamos con más calma y les contare la conclusión de esto, que tengan buena tarde- apreté los papeles entre mis manos  caminando a la salida dejándolos callados. No voy a permitir que por un cabrón obsesionado o por mis silenciosas mentiras se arruine mi familia, sin ayuda de nadie voy a arruinarlo hasta que se lamente incluso muerto del día en el que posó su asquerosa mirada en una Tuell.

....

¿Qué les pareció?