Capítulo 43.

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Camino con el alma rota, camino para olvidar. Las palabras de Lando siguen resonando en mi cabeza y en mi corazón.

"Te amo con mi vida, Salem, pero si tú no me dejas ayudarte no puedo y mierda... ¡Te fuiste, no pensaste ni por un segundo en mi, en todo lo que teníamos...!"

A todo esto mi cabeza no deja de preguntarse: ¿Es totalmente necesario que le deba explicar que me casaré? ¿Cómo se supone que se lo diré cuando él está tan enamorado de mi y yo de él? Bloqueo estos pensamientos, ya tengo demasiado como para agregarme un peso más.

Camino unos cuantos metros hasta llegar a mi objetivo, lo hago rápido para no tener que pensar en otra cosa. Apenas ingreso lo primero que veo es la cabellera rubia de Isabella.

-¡Oh, pequeña!-Me saluda apenas me ve.

No me deja contestar, me toma de la mano y me lleva hasta una de las escaleras.

-¿Isa?-Pregunto cuando subo la escalera detrás de ella.

La doctora sube demasiado rápido y debo esforzarme para no perderle el ritmo.

-Esto que estoy haciendo es traicionar a tu madre en grande...

Me paro en uno de los escalones y cierro los ojos intentando no pensar en cosas malas.

-¿Le dirás?

No me atrevo a mirarla pero siento que ella se frena.

-No, linda, pero ahí había gente que espero que no te haya reconocido...

Levanto la vista y la miro unos cuantos segundos. Confiar en ella es un acto de fé enorme, es lanzarme al vacío y que sea lo que el Señor quiera, pero ya todos sabemos que no tengo nada más que perder y ya no me interesaría hacerlo.

-Está bien-Asiento volviendo a seguirla.

Ambas subimos la gran escalera en silencio hasta llegar a uno de los pisos donde mejor se conserva el silencio.

-Es aquí-Murmura.

Veo a mis costados y veo paredes blancas, enfermeras y algunos doctores hablando. Nada fuera de lo normal.

-¿Así de fácil fue?-Pregunto extrañada.

-¿Estuviste viendo muchas películas o qué?-Se ríe.

Hago una mueca con los labios al caer en que gran parte de mi tiempo en Woking lo pase mirando películas, siempre tenía tiempo para ver algo o por lo menos para intentarlo.

"Basta, Salem" Me chilla mi mente.

Sacándome de mis pensamientos veo como Isabella está a punto de abrir la puerta pero la freno.

-Estoy nerviosa-Murmuro mirándome los pies.

Escucho que ella suspira. Pasan algunos segundos para finalmente ver no solo mis zapatillas, sino también la punta de sus zapatos, levanto la vista en el momento que posiciona su mano en mi barbilla para que la mire.

-Estaré contigo en todo lo que me necesites, ¿si?-Me dice mirándome fijamente a los ojos-. No estás sola, ya no más.

Asiento con la cabeza, tomo aire y me acomodo los anillos en los dedos (acto que sinceramente siento que se lo robe a él). Antes de que pueda pensar más la puerta se abre mostrándome a mi abuela acostada sobre una cama leyendo un libro. Un sollozo se me escapa al verla, sus ojos dejan de estar en su lectura para ir directo a los míos.

-Pero si mi pequeña está aquí...

Prácticamente corro hasta ella y me tiro encima suyo. Me acaricia con cuidado el cabello mientras me invade su característico perfume, su calor hace que los recuerdos de cuando vivía aquí se hagan presente, este era sin lugar a dudas mi lugar favorito.

Detrás de ella [Lando Norris] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora