15 de Diciembre, 2021.
Miami, Estados Unidos.
08 días para la boda.Ingresamos junto a Rita a la peluquería luego de haber pasado una gran parte de la mañana con una manicura. Siento como mis manos sudan y tiemblan, en este momento se me está haciendo incontrolable la ansiedad.
-Compórtate y cambia esa cara-Me gruñe al oído tomándome del cabello para acercarme a ella-. Cualquier chica estaría feliz de ver que sus padres le pagan las uñas y el cabello.
Asiento con la cabeza e intento que nada en mi delate mis pocas horas de sueño, mi sentimiento de extrañar a mi amor o el simple hecho de que siento que lo veo y huelo en todos lados. Esto último puede ser que sea a causa de que llevo su chaqueta, esa que él usaba cuando me daba clases de manejo, o cuando estábamos en nuestro lugar mirando una película, jugando a un juego de mesa, cenando o simplemente acostados en el sofá besándonos.
Por favor, Salem, no enloquezcas. Repito en mi cabeza. Pero de lo que soy sumamente consciente es que tenerlo tan presente hace que yo no me termine de desequilibrar. Estoy a nada de tocar fondo, si es que ya no estoy ahí...
Pese a mis pensamientos sigo caminando para que ambas entremos en una pequeña peluquería. Quiero ocultar lo que me pasa, quiero hacer como que no me duele caminar, pero esto está siendo muy difícil, literalmente debo sentarme en uno de los sofás cuando me siento mareada. En este momento mi cuerpo me está diciendo que hasta aquí llegó, que ya no puede más.
-Salem-Gruñe Rita tomándome del brazo con fuerza.
-No me siento bien-Le explico.
-Ni mierda, tu eres una pequeña puta que no quiere ayudar a tu abuela.
La miro sin poder aún creer este tipo de actitudes de su parte. Con mucho cuidado de no caerme me levanto de donde me senté y con mi propio ritmo me dirijo a la silla en la que me espera la peluquera.
-Quiero que sea rubia-Dice Rita haciendo que la deba mirar una vez que estoy sobre la incómoda silla que gira.
Frunzo el ceño. No tengo nada contra las teñidas, pero me gusta mi cabello.
-No, eso no-La contradigo.
-Hija...-Gruñe de forma sutil mirándome a través del espejo frente a mi.
-Rita, en esta estoy con Salem, ella tiene su cabello negro, cuando mucho podremos hacer que tengan mechones castaños claros, pero no más...
No quiero escuchar más, cierro los ojos y los abro para poner mi atención en mis manos, yo no quiero esto. Mi mirada inevitablemente se va al anillo que decora mi meñique (El cual es el único recuerdo fijo que llevaré siempre conmigo de él), luego veo mis uñas largas blancas recientemente hechas y contengo un poco la respiración. Jamás en mi vida creí que me iba a hacer las uñas de acrílico y menos tan largas, nunca fui ese tipo de chicas, tampoco soy de las que vienen a la peluquería, para eso tenía a Summer que me cortaba las puntas del cabello o el flequillo... No me gusta para nada esto.
Siento como empiezan a peinar y dividir mi cabello. ¿Hasta cuando soportaré? ¿Quiero soportar mucho más?
¿Quiero vivir? Esa pregunta viene rondando en mi cabeza desde que supe lo de mi abuela, pero como si fuera mi superhéroe siempre tenía a Lando para eliminar esos pensamientos asquerosos de mi cabeza... Y ahora...
De golpe nuevamente creo sentir su perfume.
-¿Lando?
Me intento levantar de mi lugar viendo para afuera del lugar, pero la peluquera me frena.
-Salem...
-Afuera-Murmuro.
La mujer mira hacia donde yo miro y luego me mira a través del reflejo del espejo.
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Detrás de ella [Lando Norris] ✓
FanfictionCinco, seis, siete, ocho... Mi nombre es Salem, así como el condado de Estados Unidos, no sé que tanto saben de esa historia, mi familia sabe lo básico y creyeron que el nombre era ideal para mí. Salem es el lugar donde se realizaron los mayores jui...