Wind of Change (Sevmione/Snamione)

Parte 5

Hermione suspiró resignada frente a las puertas del gran comedor, no llevaba ni 24h en el colegio y ya estaba castigada durante todo el maldito curso. Y encima teniendo que aguantar las memeces de Snape. Cada vez estaba más arrepentida de haber vuelto al colegio. Durante unos segundos se mordió el labio nerviosa ante la perspectiva de afrontar un nuevo día con sus compañeros de clase. Después de todo lo ocurrido le apetecía meterse en la cama y no salir en un mes.

Entró con paso decidido pero con la cabeza algo agachada y se dirigió a un extremo de la mesa de Gryffindor para desayunar algo antes de las clases. Aún era pronto por lo que la mayoría de sus compañeros no estaban allí. Ocupó un lugar vacío lo más alejado posible de la mesa de los profesores y se sirvió un café solo. Estaba untando algo de mantequilla a una tostada cuando una mano se posó en su hombro sobresaltándola.

-Hola.. – dijo tímidamente Ginny dibujando una pequeña y tímida sonrisa.

Desde la ruptura con Ron y la posterior huida de la madriguera, las dos chicas no habían vuelto a hablar.

Hermione se limitó a mirar a la joven de los Weasley sin decir nada.

-Me alegra verte- prosiguió una claramente incómoda Ginny

-Mientes fatal- respondió Hermione centrando su atención de nuevo en la tostada.

Ginny suspiró con resignación y se sentó al lado de la que había sido su amiga. Estaba decidida a hablar con ella y no pensaba darse por vencida tan pronto.

-Vamos Herms, no seas así. He venido en son de paz- dijo la pelirroja mientras se servía zumo.

-Ginny, no lo tomes a mal pero no estoy de humor.- respondió Hermione todavía sin mirarla. Estaba molesta y aunque su amiga no tenía culpa, la chica no podía disimular su mal humor.

La joven pelirroja no estaba dispuesta a rendirse y mientras alargaba su brazo para coger un poco de pan dijo muy tranquila

-Sabes? Me parece genial que dejaras a Ron. No es para ti. Mereces algo mucho mejor. - su tono fue de total indiferencia y tranquilidad y a juzgar por la reacción de su amiga, consiguió el efecto deseado.

Hermione dejó de comer al momento. Se giró y miro a su amiga con un gesto de incredulidad en la cara y permaneció callada evaluando la expresión de su compañera intentando descifrar si lo que acababa de oír era sincero o solamente buscaba llamar su atención.

-Lo digo en serio. Lo mejor que pudiste hacer es salir de esa casa de locos e intentar rehacer tu vida con alguien que no te trate como a una mísera criada. - añadió la pelirroja con total sinceridad.

-No te entiendo Ginny- respondió la castaña- tu parecías muy a favor de tu madre en todo este asunto.- La pelirroja sonrió.

-Sabes qué pasa? - respondió mientras le dedicaba una cálida sonrisa- Es mucho más fácil seguir la corriente a mi madre y luego hacer lo que me dé la gana. No quiero enfrentarme a ella. Tengo que salir de ahí lo antes posible así que si la tengo contenta no se interpone a que me vaya a pasar algunas noches a la casa de Harry y en cuanto termine el curso, haré como tú, maletas y adiós muy buenas. - prosiguió mientras se encogía de hombros y se reía.

-Me alegra ver que no eres tan tonta como pensaba- dijo Hermione sonriendo por primera vez en mucho tiempo. - No te pegaba nada esa actitud sumisa.

Ahora Hermione se pudo hacer una idea de como pensaba realmente su amiga. No podía negar que cuando se marchó de tan malas formas de la madriguera, en el fondo se había sentido un poco herida porque su amiga no había estado de su lado, pero comprendiendo su punto de vista, lo entendía e incluso pudo decir que era una estrategia brillante por su parte para poder tener la vida tranquila que siempre quiso junto a Harry. Conocía de sobra a Molly Weasley como para saber lo absorbente que podía llegar a ser. Esa manía que tenía por controlar absolutamente todo de la vida de sus hijos era insoportable así que comprendió la actitud de Ginny frente a todo y por fin le quedó claro porque Harry había rehusado vivir con ellos y prefirió quedarse el solo en la que fue la casa de Sirius.