Parte 24

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Severus entró a la sala de profesores a las 7:20 de la mañana.

No había pegado ojo en toda la noche.

Tras pasar tantos días en la compañía de Hermione Granger, volver a la soledad de sus mazmorras se le había hecho duro. Demasiado duro.

Estaba cansado, molesto y de muy mal humor y todavía le quedaba aguantar una reunión de profesores antes de comenzar las clases.

Tras saludar con un gesto de su cabeza a los pocos docentes que ya estaban en el salón, se dirigió a la cafetera para servirse un café solo y amargo para poder encarar el día. Se sentó en su lugar habitual y esperó en silencio a que llegasen los demás.

Su tranquilidad duró poco.

Hagrid entraba armando bastante escándalo junto con el memo de Pattrick.

La ira comenzó a bullir por sus venas cuando ese idiota entró por la puerta. No pudo evitar un gruñido de disgusto al verle pavonearse por la sala cómo si fuese el rey y todo aquello le perteneciese.

Notaba su magia removerse de forma incontrolable en su interior. Si no lograba calmarse no sería capaz de mantener a raya el pulso involuntario que manaba por salir por sus poros y seguramente causaría la explosión de todos los cristales de la sala de profesores.

Cerró los ojos mientras respiraba profundamente una, dos, tres veces hasta que volvió hacer dormir la bestia rabiosa de su interior.

-¡Buenos días, Snape! - dijo Hagrid alegremente sentándose a su lado mientras le daba una palmada en el hombro haciendo que Snape casi tirase su café.

El oscuro profesor se limitó a asentir en su dirección como saludo y dar un largo sorbo a su bebida caliente.

El semi gigante hablaba animadamente con Pattrick que deliberadamente había "olvidado" saludar a Snape. Todavía se sentía incómodo frente al profesor de pociones sin saber muy bien porqué. Le tenía miedo. Él, un auror hecho y derecho se sentía fuertemente intimidado por el profesor Snape.

-Así que por España bien , ¿no? - preguntaba interesado Hagrid.

-Si, la verdad es que han sido unas buenas Navidades. - respondía el auror con una sonrisa cargada de segundas intenciones.

-Y, ¿has llevado a tu "amiguita"? - preguntó Hagrid provocando sin saberlo un ataque de ira en el profesor Snape sentado junto a él.

-No ,no – rió Pattrick. - Uno se lleva la comida si va de restaurante. A ella la reservo para cuando me quedo por aquí.- añadió en un tono jocoso.

La taza de Snape explotó en mil pedazos sobresaltando a todos e interrumpiendo las risas del auror. Todo el personal le miró asustado mientras el profesor arreglaba el estropicio con la varita sin mirar a ninguno de sus compañeros.

Justo en ese momento entró la directora y toda la atención se centró en ella apartándola de Severus que irradiaba mal humor por todo su ser.

Fue una reunión interminable.

Durante la casi hora y media que duró la reunión de personal, Severus ideó en su mente más de diez maneras de asesinar a Pattrick y hacer que pareciese un accidente. A cada cual más sangrienta y dolorosa.

Le estaba costando muchísimo reprimir sus instintos y no patearle el culo de una buena vez a semejante gilipollas pero si quería mantener la tapadera de Hermione no podía delatarla ni delatarse frente a los demás. Las horas de torturas que tuvo que aguantar de Voldemort le parecían ahora insignificantes comparadas con tener que aguantar esa reunión sin asesinar a ese auror.

Wind of Change (Sevmione/Snamione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora