Parte 30

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Minerva McGonagall permaneció sentada a su mesa en completo silencio mientras miraba fijamente al oscuro mago que tenía sentado frente a ella.

Pasaron interminables minutos sin decir nada tan solo mirándose mientras tamborileaba con sus dedos sobre la mesa.

La directora estaba por completo perdida y sobrepasada por la situación. No sabía muy bien como proceder a continuación.

Uno de sus profesores, había agredido a otro frente al resto de personal con una violencia inimaginable. Además, volaba sobre la escuela la sombra del escándalo sexual debido a las insinuaciones de que dicho profesor mantenía una relación con una alumna a sus espaldas.

Sabía muy bien lo que venía a continuación y no le gustaba nada.

Debía informar a la junta de gobernadores del colegio y proceder a la inmediata expulsión del agresor así como de dicha alumna si se confirmase el rumor.

Como directora de la institución mágica, era su deber hacer cumplir las normas y actuar en consecuencia de las faltas cometidas, pero no podía.

No se había atrevido a hacer nada todavía.

Su antiguo alumno, después compañero y amigo durante varios años y posteriormente héroe de guerra, estaba sentado frente a ella esperando su expulsión.

Minerva no llegaba a comprender como Severus se había visto envuelto en semejante escándalo. Él siempre se había mostrado muy correcto en cuanto a problemas con los compañeros. Desde aquel desafortunado incidente cuando reveló la identidad del profesor Lupin hace ya varios años, nunca volvió a tener problemas con nadie. Se mantenía siempre al margen de los conflictos entre docentes y por supuesto nunca pensó que podría verse involucrado con una alumna de ese modo.

Suspiró audiblemente y giró su cabeza en dirección al cuadro que colgaba en la pared en busca de valor para afrontar el problema.

Albus Dumbledore les miraba a ambos con una ligera sonrisa en los labios pero había optado por no decir nada por el momento. Se mantenía en segundo plano, expectante y sin perder detalle de las expresiones que pudiese revelar su antiguo aliado.

Lo primero que hizo la directora fue cerrar la enfermería para evitar que nadie pudiese entrar y encontrase al profesor de defensa contra las artes oscuras. Contó a Poppy un breve resumen de lo sucedido y le pidió total discreción. De momento el profesor Pattrick permanecería bajo custodia de la enfermera y permanecería completamente sedado.

-Bien, Severus – comenzó la directora con tono serio. - Quiero saber que ha pasado. Pero antes de que comiences responde a esto ¿Es cierto lo que ha dicho el profesor Pattrick sobre Hermione?

Severus cerró los ojos durante una fracción de segundo mientras llevaba su mano al puente de la nariz.

-Si así lo fuera, ¿que pasaría con ella? -dijo en tono serio.

-Sabes muy bien la respuesta a eso, Severus.- el mago suspiró y miró a Dumbledore que le sonreía desde el lienzo.

-Sí, es cierto. - dijo de forma solemne no pudiendo ocultar más la verdad.

-¡Merlín bendito! - se alarmó la directora.

-¡Eso es fantástico mi chico! - aplaudió a la vez Dumbledore desde su cuadro.

Minerva fulminó a la pintura con la mirada.

-Albus, ¡no puedes hablar en serio! - dijo indignada. - ¡Es una situación muy grave!

-Minerva, no creo que sea nada malo que por fin Severus se haya abierto a alguien...

-¡No estamos discutiendo eso, Albus! ¡Severus ha comenzado una relación con una alumna de este centro!

Wind of Change (Sevmione/Snamione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora