Hermione estaba limpiando los instrumentos de pociones sumida en sus pensamientos. De pronto una melodía conocida empezó a sonar en el despacho del profesor. Prestó atención conteniendo el aliento para ver si era capaz de reconocer la canción cuando la voz de Corey Taylor empezó a cantar una de sus canciones favoritas. Abrió los ojos de repente y giró la cabeza hacía la puerta con una mezcla de enfado y temor. Esa canción parecía escrita para ella y no quería que él la oyera. Era suya y de nadie mas... Era como mostrar sus pensamientos mas íntimos y no quería sentirse expuesta. Aunque el profesor seguramente no tenía ni idea de nada, ella se sintió vulnerable y no le gustó.
En dos zancadas cruzó el aula y abrió la puerta que conectaba con el despacho. Se paró en el umbral y observó al hombre con su reproductor de música entre sus dedos.
-Eso es mio – dijo mientras se secaba una lagrima furtiva que resbalaba por su cara.
El profesor solo pudo mirar a su alumna en silencio mientras asentía lentamente.
De pronto un fuerte trueno retumbó en las mazmorras rompiendo el tenso silencio que se había formado.
-Démelo- dijo la chica mientras levantaba su brazo izquierdo con la mano hacia arriba. Sus manos seguían mojadas por haber estado limpiando y unas gotas cayeron al suelo del despacho.
El profesor observó a su alumna. Estaba claramente molesta, su cara mostraba ira mezclado con algo que no supo descifrar. Parecía herida por algo... Sus mejillas estaban sonrojadas y respiraba de forma pesada y sin saber porque, había rastros de lagrimas abrazando sus mejillas.
Los ojos de Snape se dirigieron a la mano de su alumna que demandaba el pequeño reproductor. La manga de su camiseta seguía arremangada y la mirada de él se dirigió de forma involuntaria a su brazo. Los ojos del profesor se abrieron con sorpresa durante unas milésimas de segundo. Hermione no necesitó más para saber que había visto la marca de su vergüenza. Las dos palabras que Bellatrix se encargó de marcar a fuego en su brazo para que nunca olvidara quien era ella en el mundo mágico.
La mano derecha de la chica inmediatamente bajó la manga de la camiseta ocultando su cicatriz.
Severus Snape miró a su alumna. Ella no le apartó la mirada pero vio como sus ojos se llenaban de lagrimas de nuevo. Otro trueno retumbó de nuevo, mas fuerte que el anterior, Hermione se sobresaltó.
-Como ha hecho que funcione?- preguntó Snape mientras apagaba el aparatito
Hermione se le quedó mirando sin responder.
-Es una magia muy avanzada, incluso para usted – añadió Snape.- las restricciones que hay en el castillo son casi imposibles de romper para que la tecnología muggle funcione.
-Usted lo ha dicho profesor – dijo ella con media sonrisa que no llegó a sus ojos – casi, que no imposibles.
-Como lo hizo? - volvió a preguntar él mientras se ponía de pie.
-No fue fácil – respondió ella tras unos segundos en silencio – Varios hechizos de ocultación de la tecnología.
-Eso no es suficiente, que más hizo? - inquirió él.
-Bueno.. - dudo ella – primero tuve que entender como funcionaban los hechizos que ocultaban el castillo a los muggles, luego busqué como aplicarlo a los aparatos electrónicos y un par de maleficios después, funcionó.
-Hace que suene fácil y ambos sabemos que fue necesaria algo de magia oscura señorita Granger.- dijo él mientras se acercaba.
-Bueno, si pero no era nada peligroso... - respondió ella con poca convicción.
-Bonita manera de suavizar una mentira, Granger. - dijo él alzando las cejas.
-Estaba fuera del colegio cuando lo hice, no es de su incumbencia- respondió ella ya molesta.
-Y no pensó que podía ser peligroso? La magia oscura atrae fuerzas oscuras y usada en manos de una niña como ust...
-No soy ninguna niña! - gritó Hermione claramente molesta. - Soy mayor de edad, ya no tengo el rastreador del ministerio!
-Toda magia deja rastros, pequeña incompetente! No se le ocurrió pensar con esa lúcida cabecita suya que puede haber mortifagos rezagados esperando su oportunidad?- dijo mientras se acercaba a ella un poco mas.
Hermione rió amargamente.
-Llevo meses sola y no me ha pasado nada. - dijo alzando los brazos con exasperación.
Ahora fue el turno de Snape para reír.
-De verdad cree que ha estado todos esos meses sin ningún tipo de vigilancia? - ella le miró sin comprender- Si realmente cree eso es que es mas tonta que Weasley. - escupió con odio.
Hermione no entendía nada. Les habían puesto vigilancia?
-La casa de los Weasley está habitada por varios miembros de la orden, pero cuando Potter y usted decidieron irse, se acordó poner aurores al cargo de su seguridad.
-Pero, eso es...
-Imposible, señorita Granger?- dijo él con humor fingido- Que usted no les viera no significa que no estuviesen allí.
Hermione estaba completamente anonadada. No esperaba para nada enterarse de esto.
Su cabeza iba a mil por hora. Si había tenido a alguien vigilando, ese alguien había sido testigo de su patética vida. Esa persona era conocedora de sus salidas a comprar o la noche loca que tuvo con aquel tipo que conoció en el pub. Se quería morir!
Miró de nuevo a su profesor que seguía sosteniendo el reproductor de música sin saber muy bien que decir.
-Márchese a su torre, Granger. - dijo Snape sin mas dando por zanjado el tema.
Ella le iba a pedir el reproductor pero él no le dio oportunidad de hacerlo.
-Esto queda confiscado.- dijo mientras lo guardaba en su bolsillo – Es un aparato prohibido.
Ella se limitó a asentir todavía un poco conmocionada por las noticias.
Sin darse cuenta, empezó a acariciar su brazo izquierdo con su mano derecha mientras se iba.
En dos zancadas el profesor estaba junto a ella y la sujetó con fuerza haciéndola girar. Sin mediar palabra, subió la manga de la chica exponiendo la cicatriz que había dejado Bellatrix. Hermione le miró con inmenso terror en el rostro e intentó apartarse.
Snape pasó un dedo a lo largo de esas dos palabras que tanto odiaba. La chica se estremeció y se le puso la carne de gallina. El la miró a los ojos solo para ver espanto y vergüenza en ellos. Inmediatamente ella apartó la mirada y se preparó para el insulto que vendría. Pero nunca llegó. El profesor se limitó a dejarla marchar sin mediar palabra.
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Wind of Change (Sevmione/Snamione)
Fiksi PenggemarLa guerra termina pero cambia la percepción de la vida de las personas que la viven. Vientos de cambio llegan a Severus y Hermione que tendrán que aprender a curarse juntos de todo el horror pasado.