Parte 7

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El día pasó como un borrón para Hermione y cuando quiso darse cuenta, ya era la hora de su primer día de castigo con Snape. Con un suspiro de resignación, se calzó sus deportivas y salió de su habitación para dirigirse a las mazmorras.

Llamó a la puerta y esperó a que el profesor le diera paso.

-Pase – dijo Snape en tono neutro des de el otro lado de la puerta.

Hermione entró al despacho y se paró junto a la puerta esperando instrucciones de que hacer.

El pocionista estaba sentado en su mesa revisando unos pergaminos con interés rodeado de libros mal apilados, papeles y tinteros. Hizo un gesto con la varita y cerró la puerta que Hermione había dejado abierta.

-Señorita Granger – empezó a hablar sin apartar la vista de lo que estaba leyendo – acérquese.

La castaña se acercó a la mesa y se paró frente a su profesor esperando la tarea a realizar.

El profesor levantó la vista al sentir la presencia de su alumna cerca y abrió los ojos con sorpresa durante unas milésimas de segundo al reparar en el atuendo de esta.

-Pero se puede saber que narices lleva puesto? - rugió enfadado.

-Ropa – respondió la chica encogiéndose de hombros con extrañeza mientras revisaba lo que llevaba puesto.

Hermione vestía un atuendo muggle. Sus piernas estaban enfundadas en unos estrechos vaqueros de color gris, una sudadera negra con capucha y cremallera con un símbolo en el pecho que el profesor no logró reconocer y unas deportivas blancas.

-Donde está su uniforme? - inquirió molesto mientras alzaba una ceja en ese gesto tan suyo. - este colegio tiene un código de vestimenta!

-Tiene razón – empezó a responder la castaña interrumpiendo a su profesor – pero ese código termina junto con el horario lectivo y hasta donde yo se, las clases han terminado por hoy.

El pequeño tic del ojo izquierdo de Snape volvió a hacer acto de presencia mientras la miraba con escepticismo y molestia. En cierto modo la respuesta le parecía incluso graciosa, pero no pensaba dar la razón a un alumno y menos tratándose de esa alumna en concreto.

-Un castigo, aunque fuera del horario de clases, se considera como parte de una actividad escolar – dijo el hombre sin cambiar su cara de poker – por lo tanto, queda sobreentendido que se requiere el uso del uniforme de la escuela.

Hermione se encogió levemente de hombros antes de responder mostrando así que le daba bastante igual lo que dijera el código del colegio.

-Sabe profesor? Llevo todo el maldito día con ese uniforme puesto y la verdad es que me siento mucho mas cómoda con vaqueros pero si es tan importante para usted – dijo con cierta burla en su tono – voy a mi torre, me lo vuelvo a poner a vuelvo aquí para el castigo. No pensaba que le molestara a usted tanto otra de las absurdas normas de este colegio.

-Déjelo – respondió de mala gana él – por una vez haré una concesión con usted. Venga vestida como le venga en gana.

-Vaya! - dijo ella con tono de falsa sorpresa interrumpiendo de nuevo al profesor – menudo privilegio el mio! Llamaré al profeta para que lo publiquen en..

-Silencio!! - rugió Snape golpeando la mesa con las palmas de las manos mientras se ponía en pie de repente – esto es un castigo y no le permitiré faltas de respeto ni estupideces.

Hermione se mordió la lengua para no contestarle de nuevo. Algo le decía que no era buena idea seguir provocando al profesor de ese modo. Había conseguido sacarle de quicio de nuevo y vista su reacción mejor era callar. Se le quedó mirando en silencio sin expresión en el rostro.

Wind of Change (Sevmione/Snamione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora