Epílogo
Severus y Hermione pasaron un verano ajetreado pero feliz.
Ambos dedicaron sus meses de vacaciones a aprender a adaptarse a su vida como pareja. Les costó poco aprender a convivir.
Entre los dos comenzaron a vaciar la casa del pocionista. Pasaron largas jornadas empacando y revisando sus pertenencias.
Severus quería conservar muy poco de lo que guardaba en esa casa. No tenía demasiados recuerdos felices entre esas paredes.
Conservó todos sus libros lo que terminó en una pequeña discusión a la hora de acomodarlos en el pequeño piso de Hermione. Ambos tenían demasiados títulos entre sus pertenencias y era un problema como ordenarlos en el piso. El enfado duró poco. Ambos terminaron desnudos en el suelo rodeados de todos esos libros mientras hacían las paces.
Snape tan solo quiso conservar un par de sus fotos. Una tomada con una cámara muggle en la que aparecía él con unos 6 años sentado en el regazo de su madre y otra en la que aparecía con Narcisa y Lucius a su lado mientras sostenía a un pequeño bulto rubio que le miraba con adoración. Era una foto mágica de cuando le pidieron ser el padrino de Draco y se le veía realmente feliz con el pequeño en brazos.
Decidieron poner la casa en venta tanto el mundo mágico como en el muggle.
Hermione se encargó de la mayor parte del papeleo con la inmobiliaria muggle y para sorpresa de ambos no tardaron mucho en vender la vieja casa del profesor.
Al estar situada en un barrio industrial, pronto una constructora muggle se interesó por ella. Su intención era ir comprando más parcelas para poder construir una nueva fábrica para la zona. No le pagaron una gran cantidad ya que era una vivienda vieja en una zona poco codiciada pero al mago le pareció un buen trato y no lo pensó dos veces.
La venta le ofrecía un pequeño desahogo económico que decidió guardar por si surgía algún imprevisto.
Los meses de verano pasaron rápidamente y pronto se vieron comenzando a trabajar en la investigación en San Mungo.
Hermione estaba entusiasmada con todo el material y el espacio del que disponían para trabajar.
Adoró al equipo que Severus y el señor Malcom habían seleccionado y enseguida hizo buenas migas con todos los compañeros.
Severus no estaba tan contento.
Hermione se llevaba muy bien con todo el mundo pero especialmente con Dan, un mago de unos 35 años que era el encargado de analizar las muestras más peligrosas.
El muchacho era muy bueno en su trabajo y nunca se mostró realmente interesado en ella pero para Severus era una tortura ver como su bruja le sonreía de forma tan sincera a otro hombre que no fuese él.
Muchos veces el señor Malcom le venía a buscar para que tomase el aire o se fuesen a comer. El viejo director era muy observador y se había dado cuenta de la incomodidad de Snape.
Tras unos mese de trabajo, le dijo que se dejase de tonterías. Hermione adoraba a Severus y eso era evidente para todos pero el ex profesor no podía evitar ese sentimiento de posesión que le corroía por dentro cada vez que veía a Hermione con ese otro mago.
"Pues casate con ella" le dijo el señor Malcom entre risas durante una comida.
Snape alzó rápidamente la cabeza para mirar a su jefe.
El director de investigación le miró con una sonrisa y un brillo intenso en los ojos.
-Vamos Severus, sabes que es el paso natural de vuestra relación.
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Wind of Change (Sevmione/Snamione)
FanfictionLa guerra termina pero cambia la percepción de la vida de las personas que la viven. Vientos de cambio llegan a Severus y Hermione que tendrán que aprender a curarse juntos de todo el horror pasado.