El aroma a café lleno la estancia. No había duda, mi padre siempre tenía lo mejor de lo mejor, incluso un sencillo café como el que reposaba sobre su escritorio era una advertencia de lo terriblemente próspero e imponente que era Grey.
Pero siendo yo su hijo mayor, para mí no era más que un café, un horrible café. Aún así el aroma seguía siendo delicioso, una característica heredada de mi madre ya que a diferencia de mi hermana pequeña que adoraba el café yo prefería el té. Es por ello que sólo hice a un lado la taza para levantarme e ir directo al enorme ventanal de la oficina de mi padre, un ventanal con una vista de lujo.
Observé mi reflejo algo opaco por la luz, un joven apuesto y atractivo de cabello cobrizo y revuelto tan igual al de mi padre: El magnate Christian Grey con los ojos azules de mi madre, Anastasia y la mirada y sonrisa afilada aprendida de mi padre.
Sonreí sin poder evitarlo tras de mi venía un futuro ya programado, todo decidido, esa era mi vida, heredar el puesto de mi padre lo era todo para mí. Cada día me preparaba para asumir la presidencia de dicha empresa y justo ahora estaba contento de estar al mando en Grey. Inc. Estaba en el despacho de mi padre, con las maravillosas vistas de los edificios de Seattle al igual que estar a cargo de le empresa me hacia poderoso. Mi edad reciente me brindaba independencia pero seguía las órdenes de mi padre y ese día aunque sorpresivo, me llegó una simple mensaje con las palabras:
"—Te necesito ahora en la empresa"
No dio mayor explicación que esa, tuve que dejar todo lo que estaba haciendo para literalmente correr a la empresa y reemplazar a mi padre. Sólo para enterarme que él había salido apresurado al encuentro con mi madre.
《Es increíble que con su edad aún sigan con sus escapadas.》Ya me imaginaba lo que mis padres estarían haciendo en ese tiempo. 《En ese caso, pueden tomarse el tiempo que quieran...》
Habían pasado más de dos horas desde su encuentro furtivo, así que procedí a acelerar el trabajo pendiente. Las decisiones de peso aún no eran parte de mi responsabilidad, pero podía tener llamadas o reuniones con clientes de menor rango, incluyendo a las cadenas de periodismo que buscaban tener su pedazo de chisme sobre mi familia. Suspiro frustrado, en eso era muy parecido a mi padre, en su carácter que se imponía para controlarlo todo con un toque de sensibilidad de mi madre, pero si de negocios se trataba éramos dos gotas de agua. Siempre salía triunfante en cuanto a pactos y sociedades.
Mi padre estaba admirado por ello.
Saliendo de mis pensamientos, el timbrar de mi celular me saco del limbo de papeleo que aún me faltaba realizar.
—¿Qué quieres Phoebe?
—Hola Ted —Responde al otro lado de la línea, su usual sentido de ser tan relajado se demuestra hasta en su voz. —Yo estoy bien, gracias por preguntar.
—No, no estás bien. —Contesto con mayor seriedad. —Sigues enana.
Aguanto una sonrisa, aunque yo llego a casi el metro ochenta, Phoebe parece haberse estancado unos centímetros antes que el metro sesenta.
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La Maldición de los Grey
FanficLos Grey, una de las familias más poderosas e influyentes del país. Privilegiados de una vida ordenada, armoniosa y sobre todo protegida, pero no todo es lo que parece y cuando inevitables sucesos amenazan a la familia Grey, estos deberán enfrentars...